4 de noviembre de 2024

LA SALVACIÓN VIENE DE DIOS. Evangelio martes 5 de noviembre 2024


LA SALVACIÓN VIENE DE DIOS, NO EXCLUYE A NADIE   
Evangelio martes 5 de noviembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
«¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." Pero todos a una empezaron a excusarse.
            El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses." Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses." Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir."
 
            «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos."
            Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena». Lucas 14, 15-24
            La salvación que ofrece Dios es un llamado universal. Todos están invitados, a nadie se le cierra la puerta, Dios está interesado en que todos se salven, Dios sale a buscar a toda clase de personas. La dificultad está más en la actitud de las personas y menos en las posibilidades que ofrece el creador. Cuáles son las dificultades que presentan las personas: Unas tienen demasiadas ocupaciones. Otras son los pobres, los sencillos, los necesitados. Y un tercer grupo los que ruedan por el mundo en los caminos y en las montañas.
 
            Algunas personas no logran entender que Dios envió su Hijo al mundo, para que todo el que crea en Él llegue a la vida eterna. (Juan 3, 16). La salvación es un don gratuito de Dios, viene de Dios, es universal, no está reservada para alguien especial, está abierta para todos aquellos que deseen aceptarla.
 
Nadie puede atreverse a cobrar por la salvación. Decía el Papa Francisco: La salvación «no se compra y no se vende» porque «es un regalo totalmente gratuito». Pero para recibirla Dios nos pide tener «un corazón humilde, dócil, obediente». (cfr. Homilía 25 de marzo, 2014).  
 
            El salvador del mundo habla con mucha claridad: No son suficientes los buenos propósitos, se hace necesario demostrarlo con las obras concretas. La puerta es estrecha. Antes de que la puerta se nos cierre en nuestra vida, es definitivo, sostenerse en la fidelidad, el sacrificio, la perseverancia, la dedicación. Con la virtud de la Esperanza, afrontamos nuestra salvación.
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https://youtu.be/1gHbaJ_es2o