SUPERAR LAS CRÍTICAS DESTRUCTIVAS Evangelio viernes 1 de agosto 2025
SUPERAR LOS INCONVENIENTES EN LA
MISIÓN
Evangelio viernes 1 de agosto
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Fue Jesús a su
ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: «¿De dónde
saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es
su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven
aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?»
Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: «Sólo en su tierra y
en su casa desprecian a un profeta.» Y no hizo allí muchos milagros, porque les
faltaba fe.”
Mateo 13, 54-58
Anunciar la Palabra de Dios, ser
un buen misionero, convertirse en discípulo del Maestro tiene sus dificultades.
Jesús de Nazareth nos propone pensar en los inconvenientes y la manera de
superarlos. El primer inconveniente es
la identidad de la misma persona. Muchos se fijan más en la procedencia y el
Status de la persona y no tanto en lo que ella comunica. El segundo
inconveniente debemos estar atentos y no permitir que la maledicencia de muchas
personas limiten la misión. El tercer inconveniente es no abandonar la misión
solo porque en ciertos lugares, familias o grupos de personas no la aceptan.
El Papa Francisco nos recuerda
que la misión de una persona en la Iglesia depende esencialmente de las gracias
del Espíritu Santo, del don de Dios no tanto al estatus o la fama social
que pueda tener una persona. El Evangelio se anuncia con humildad no con
arrogancia. Para ser un buen misionero es necesario evitar las Auto
referencias. (cfr. Mensaje, obras misionales pontificias, 21 de mayo 2020).
El Papa Francisco afirma que la
maledicencia, la envidia, la persecución, el sentirse juez de los demás, matan
igual que las armas. El apóstol san Pablo reconoce el mal que hace a una
comunidad cuando una persona lastima la dignidad de los demás. Dice el apóstol:
“Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y
me confió este ministerio. Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor
y un insolente.
Pero Dios tuvo
compasión de mi, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía. El Señor
derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús.” (1 Timoteo
1, 12-14). La Escritura indica: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
(Lucas 6, 39). (cfr. Homilía Papa Francisco, 13 de septiembre, 2013).
Nunca debemos abandonar la
misión, porque no depende de las críticas, es obra de Dios, es mandato
divino, porque gracias a los misioneros muchas almas han regresado por los
caminos de la salvación. (cfr. Hechos 5, 14-16).
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https://youtu.be/DsQKzvF-n7g