31 de julio de 2025

SUPERAR LAS CRÍTICAS DESTRUCTIVAS Evangelio viernes 1 de agosto 2025


SUPERAR LOS INCONVENIENTES EN LA MISIÓN  
   
Evangelio viernes 1 de agosto 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: «¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?»
Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: «Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.» Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.”
Mateo 13, 54-58
 
            Anunciar la Palabra de Dios, ser un buen misionero, convertirse en discípulo del Maestro tiene sus dificultades. Jesús de Nazareth nos propone pensar en los inconvenientes y la manera de superarlos.  El primer inconveniente es la identidad de la misma persona. Muchos se fijan más en la procedencia y el Status de la persona y no tanto en lo que ella comunica. El segundo inconveniente debemos estar atentos y no permitir que la maledicencia de muchas personas limiten la misión. El tercer inconveniente es no abandonar la misión solo porque en ciertos lugares, familias o grupos de personas no la aceptan.
 
            El Papa Francisco nos recuerda que la misión de una persona en la Iglesia depende esencialmente de las gracias del Espíritu Santo, del don de Dios no tanto al estatus o la fama social que pueda tener una persona. El Evangelio se anuncia con humildad no con arrogancia. Para ser un buen misionero es necesario evitar las Auto referencias. (cfr. Mensaje, obras misionales pontificias, 21 de mayo 2020).
 
            El Papa Francisco afirma que la maledicencia, la envidia, la persecución, el sentirse juez de los demás, matan igual que las armas. El apóstol san Pablo reconoce el mal que hace a una comunidad cuando una persona lastima la dignidad de los demás. Dice el apóstol: “Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio. Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente.
 
Pero Dios tuvo compasión de mi, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía. El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús.” (1 Timoteo 1, 12-14). La Escritura indica: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? (Lucas 6, 39). (cfr. Homilía Papa Francisco, 13 de septiembre, 2013).
            Nunca debemos abandonar la misión, porque no depende de las críticas, es obra de Dios, es mandato divino, porque gracias a los misioneros muchas almas han regresado por los caminos de la salvación. (cfr. Hechos 5, 14-16).
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https://youtu.be/DsQKzvF-n7g