DISCERNIR LOS SIGNOS DE DIOS Evangelio viernes 5 de septiembre 2025
DISCERNIR LOS VERDADEROS SIGNOS
DE DIOS
Evangelio viernes 5 de septiembre
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Los escribas y
los fariseos dijeron a Jesús: “Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y
hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los
tuyos comen y beben”.Jesús les contestó: “¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del
esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será
quitado; entonces tendrán que ayunar”. Les hizo además esta comparación: “Nadie
corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá
el nuevo, y el pedazo sacado no quedará bien en el vestido viejo.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres;
entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. El vino nuevo se
pone en odres nuevos. Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere
vino nuevo, porque dice: el añejo es mejor”.” Lucas 5, 33-39
¿Cómo podemos vivir
auténticamente nuestra fe, sin entrar en polémica con ciertas costumbres
antiguas o interpretaciones extremas?
Jesucristo anuncia el Reino de su Padre celestial. Es un Reino del amor,
de la caridad, de la misericordia, del perdón, de la hermanad, de la bondad con
los demás. Lo que pretende el mensaje del Reino es que entendamos dónde está el
punto de la religión.
Lo primero
sería evitar los extremos: Existen costumbres que son muy buenas y respetables, pero no podemos
decir que es más importante ayunar mientras no tenemos caridad ni practicamos
la justicia con los demás. Dios no va a proponer: “A vino nuevo, odres nuevos”.
La religión no es el arte de combatir lo antiguo, sino de vivir según el
Espíritu que propone Dios.
Lo segundo es el ejercicio de
Discernir. El apóstol san Pablo nos permite aprender a discernir diciendo:
“No sigan la corriente del mundo en que vivimos. Busquen una renovación
interior.” Quien sabe discernir llega a la conclusión qué es lo bueno, qué es
lo que le agrada a Dios, qué es lo perfecto. (Romanos 12, 2).
Lo tercero es encontrar un buen
ayuno. “Ayuna de juzgar a los demás. Ayuna de palabras hirientes. Ayuna
ante el enojo, llénate de paciencia. Ayuna por el pesimismo, abre tu corazón a
la Esperanza. Ayuna de preocupaciones, acepta la confianza en Dios. Ayuna de
quejarte. Ayuna ante la amargura, permite el perdón. Ayuna de darte importancia
a ti mismo, pide la gracia de la humildad.
El Magisterio de nuestra Iglesia
Católica nos pide discernir los signos verdaderos de la presencia o de los
planes de Dios. (cfr. Gaudium et Spes, 11).
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https://youtu.be/DHS6nUgnhIU