SERVIRLE A DIOS IMPLICA TOTAL DESPRENDIMIENTO
Evangelio miércoles 1 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!”Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”.
Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, permíteme que vaya primero
a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos
entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te
seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le
respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás no sirve
para el Reino de Dios”. Lucas 9, 57-62
Un excelente compromiso de una persona creyente, de alguien que es discípulo misionero del Maestro de Nazareth en el mundo es “Amar”. Cuando se trata de amar, es al estilo de Jesús de Nazareth. Quien ama, evita. Quien ama, es prudente. Quien ama, piensa antes de actuar.
Jesucristo nos propone un
discipulado con acciones concretas. Las promesas han existido a lo largo de la
historia, pero no han dado resultado, porque no hay compromiso. Para cumplir
la misión se hace necesario el desprendimiento de todo aquello que limite o
impida su cumplimiento. Desprendimiento significa renunciar a los apegos
desordenados, al orgullo, a la vanidad, la ambición, sentirse superior a los
demás, ser juez de los demás.
Todas las cosas,
son absolutamente vana ilusión; porque se interpone el egoísmo, el orgullo, la
egolatría, la autosuficiencia, la tentación del tener, la ambición del poder. El
Papa Francisco enseña que “El dinero sirve, pero la codicia mata”. El
dinero sirve para realizar muchas obras buenas, para hacer progresar a la
humanidad, pero cuando se transforma en la única razón de vida, destruye al
hombre. (cfr. Homilía, 21 de octubre, 2013)
https://youtu.be/FuMnTSTXovI