8 de septiembre de 2025

SOMOS LOS ENVIADOS DE DIOS Evangelio martes 9 de septiembre 2025


SOMOS LOS ENVIADOS DE DIOS 
Servimos en nombre de Dios     Evangelio martes 9 de septiembre 2025 Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús se retiró a la montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
 
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una muchedumbre que había llegad o de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.” Lucas 6, 12-19
 
            La oración es base y fundamento para las grandes decisiones en la vida. La oración nos permite saber lo que nos recomienda el Espíritu Santo y no tanto nuestra razón. El Salvador del mundo recurre a la oración para decidir quiénes van a ser sus valiosos representantes. La Escritura nos cuenta que el Maestro pasó toda la noche en oración. (Perseverancia) Muy de madrugada bajó a la llanura. (Sacrificio) Tomó la decisión. (Se hizo la voluntad de Dios). A sus seguidores los llamó apóstoles.
 
            Un apóstol en su esencia es un enviado de Dios. Si un apóstol desea tener éxito en su misión no debe abandonar su condición de ser un enviado. Es un mensajero, es algo así como un embajador de Cristo. Debe representar dignamente a su Maestro, teniendo los mismos sentimientos de Aquel que lo envió.
 
            El Papa Francisco define muy bien el ser de un apóstol y advierte de los peligros cuando se cambia la esencia del enviado. Dice el santo Padre: todos los bautizados están llamados a ser apóstoles y que esta misión "no debe dar lugar, dentro del cuerpo eclesial, a categorías privilegiadas; ni puede servir de pretexto a formas de desigualdad". La vocación cristiana no es una promoción para ir hacia arriba, ¡no! Es otra cosa.
 
La vocación que Jesús da, a todos —también a aquellos que parecen estar en lugares más altos— es el servicio, servir a los otros, humillarte. Si tú encuentras una persona que en la Iglesia tiene una vocación más alta y tú la ves vanidosa, tú dirás: “Pobrecillo”; reza por él porque no ha entendido qué es la vocación de Dios. La vocación de Dios es adoración al Padre, amor a la comunidad y servicio. Esto es ser apóstoles, este es el testimonio de los apóstoles. (cfr. Audiencia, 15 de marzo, 2023).
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https://youtu.be/2HnjhHQ8cxE