11 de septiembre de 2025

QUIEN JUZGA SERÁ UN DERROTADO Evangelio viernes 12 de septiembre 2025


QUIEN JUZGA SIEMPRE SERÁ UN DERROTADO

Evangelio viernes 12 de septiembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”.
 
Les dijo otra esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?
 
 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú, ¿que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”. Lucas 6, 39-42
 
            Existen aforismos sabios que orientan perfectamente nuestras vidas, por ejemplo: “Todo tiene su lógica. Todo tiene su razón de ser. Todo tiene su tiempo y todo tiene su lugar”. ¿Por qué habrá cantidad de personas que siempre eligen lo contrario? Desde muy temprano en la historia de la filosofía los pensadores propusieron algo que denominaron la ley de la razón suficiente.
 
Todo en nuestras vidas tiene una razón que la explica. Existen sentencias filosóficas que nadie las puede cambiar. Por qué nos gusta tomar la actitud contraria si sabemos que en la esencia de nosotros existe el mismo problema.
 
            Jesucristo enseñó un sistema de vida comunitario donde las personas dejándose llevar por el consejo común, lograrán convivir en perfecta armonía con los demás. ¿Dónde está el secreto? En tomar conciencia de lo que soy y los deberes que debo cumplir sin invadir la libertad y la vida privada de los demás.
 
El consejo sabio sería: Solo Dios tiene el poder de juzgar o condenar. El apóstol recomienda: No se critiquen unos a otros, tu no eres el juez de los demás. Quien critica se hace juez de la ley. Pregunta: ¿Qué debes hacer, juzgar o cumplir la ley? (Santiago 4, 11-12).
 
            El Papa Francisco advierte: Quien juzga se pone en el lugar de Dios y haciendo esto se encamina a una derrota segura en la vida porque será correspondido con la misma moneda. Y vivirá en la confusión, cambiando «la paja» en el ojo del hermano por la «viga» que le obstruye la vista. El que juzga se convierte en un derrotado. ser juzgado con la misma medida con la que él juzga. (cfr. Homilía, 23 de junio, 2014).
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https://youtu.be/vGSya1YeVMY