2 de septiembre de 2025

VIVIMOS LA FE CON SENTIDO COMÚN Evangelio miércoles 3 de septiembre 2025


VIVIMOS NUESTRA FE CON SENTIDO COMÚN 
                               
Evangelio miércoles 3 de septiembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Al salir de la sinagoga, Jesús entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y ésta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.
 
Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. De muchos salían demonios, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero Él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.
 
Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero Él le dijo: “También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado”. Lucas 4, 38-44.
 
            La misericordia del Hijo de Dios es infinita. Aprendemos a vivir nuestra fe desde el sentido común, el altruismo, la caridad y la bondad para con las demás personas. Cada persona que va recibiendo tanta bondad de Dios, puede dar gracias a Dios con su manera ejemplar de ser y de servir a otras personas. Destaquemos tres actitudes importantes en la practica de nuestra vida cristiana: La misericordia abundante, el sentido común, la razón universal de nuestra misión.
 
            Jesucristo demostró una infinita bondad y misericordia sin excluir a ninguna persona. El Papa Francisco nos enseñó que debemos vivir nuestra Fe al estilo de Jesucristo que no excluye a nadie, ama a todos sin etiquetas, sin prejuicios. “Aprendamos esto: frente a los sufrimientos del cuerpo y del espíritu, frente a las heridas del alma, frente a las situaciones que nos abaten e incluso frente al pecado, Dios no nos mantiene a distancia, no se avergüenza de nosotros, no nos juzga; al contrario, Él se acerca para dejarse tocar y para tocarnos y siempre nos levanta de la muerte” (cfr. Ángelus, 30 de junio, 2024).
 
            Nuestra fe debe conservar el sentido común. La fe no está aislada, no se cierra a la sociedad, no toma la posición de juicio social, al contrario, quien cree piensa en los demás y convive bien con los demás. El Papa Francisco insistió en la manera como debemos ser personas de fe: Una fe que se demuestre con acciones concretas. Una fe que se preocupe por el cuidado de la casa común.
 
Una fe que guarde una excelente relación con los demás. Una fe que nos permita discernir siempre teniendo en cuenta los principios cristianos. (cfr. Encíclica Lumen Fidei, 4) “Es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. La característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre.”
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https://youtu.be/OqSBQcVN_yQ