LOS MANDATOS DE DIOS SON MEDIOS DE SALVACIÓN Evangelio sábado 6 de septiembre 2025
LOS MANDATOS DE DIOS SON MEDIOS
DE SALVACIÓN
Jesucristo es el Señor del sábado
Evangelio sábado 6 de septiembre
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Un sábado, en
que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y,
frotándolas entre las manos, las comían.Algunos fariseos les dijeron: “¿Por qué ustedes hacen lo que no está
permitido en sábado?”
Jesús les respondió: “¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y
sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando
los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio
de comer a sus compañeros?” Después les dijo: “El Hijo del hombre es dueño del
sábado”. Lucas 6, 1-5
Para vivir la fe que le agrade a
Dios, que sea según la voluntad de Dios, que sea útil para la vida en sociedad,
es necesario respetar el presupuesto: Existen leyes y pensamiento que no
pueden considerarse un fin en sí mismo. Cuando no sucede esto, los
presupuestos de una religión se convierten en armas para juzgar las personas y
no medios para ofrecer salvación a los demás.
El Hijo de Dios le enseña a la
humanidad que Él es el Señor del Sábado. La ley de Dios no es tan
imperativa como la de los seres humanos. Los mandatos de Dios son medio para
que cada persona vaya encontrando caminos de conversión, de organizar mejor sus
vidas, de encontrar perdón y misericordia.
Cuando las
cosas se convierten en un fin en sí mismas prácticamente esclavizan la vida de
un ser humano. Por
ejemplo: El dinero es un medio para subsistir cuando pasa a ser un fin
enloquece a una persona. Estudiar es un medio bueno para aprender y entender
mejor la vida. Cuando es un fin, aparece el hecho de clasificar y descartar a
quienes no tienen ese medio.
El Papa Francisco ha enseñado que
las costumbres religiosas son un medio para alcanzar un fin, y no un fin en
sí mismas. En otras palabras, las prácticas y tradiciones religiosas deben
servir como herramientas para acercarse a Dios y vivir una vida más plena, pero
no deben convertirse en el objetivo principal.
El apóstol Santiago plantea el
modelo de una religión limpia: Si alguno se cree muy religioso, muy apegado
a las reglas, que controle sus palabras, se engaña así mismo y su religión no
vale. La buena religión está en servirle a los demás y no contaminarse con los
planteamientos de este mundo. (Santiago 1, 26-27).
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