EL QUE MANDA COMO EL QUE SIRVE
¿En qué consiste la autoridad?
Evangelio martes 2 de septiembre
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús bajó a
Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados
de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre
que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes
voces: ¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.
Jesús entonces le conminó diciendo: Cállate y sal de él, y arrojándole en
medio, salió de él sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados, y se
decían unos a otros: ¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los
espíritus inmundos y salen. Y su fama se extendió por todos los lugares de la
región.” Lucas 4, 31-37
Es importante definir en qué
consiste la autoridad desde los sentimientos de Dios, para no afectar la misión
que el Salvador le encomienda a sus seguidores y no lastimar la fe de las
personas. Existe un viejo aforismo que dice: “El que manda como el que sirve”
(Lucas 22, 26). Dios es la máxima autoridad. Es Dios quien tiene el poder.
Tener autoridad,
conlleva su razón de ser en la misión que cumple el Salvador del mundo, en
nombre de su Padre celestial. La
autoridad moral se fortalece con la verdad; la autoridad moral se pierde con el
encubrimiento y con las disculpas. Jesús corrige los desmanes, injusticias y
abusos y corrupción de los jefes políticos y les dice que la autoridad es
servicio y no dominio.
La autoridad moral define la vida
de una persona en una sociedad. Hará mucho bien quien logre la unidad total
entre lo que dice y lo que hace. Entre lo que dice y lo que habla. Entre lo que
dice y cómo reacciona. Entre lo que dice y lo que cumple. Entre lo que dice y
lo que vive en su interior.
El Papa
Francisco enseña que la autoridad no es un mandato, sino coherencia y testimonio. Cuánto mal hacen
los cristianos "incoherentes" y los pastores
"esquizofrénicos" que no dan testimonio alejándose así del estilo del
Señor, de su auténtica "autoridad". "Jesús enseñaba como quien
que tiene autoridad" (Mateo 1, 21b-28).
(cfr. Homilía, 14 de enero, 2020).
La verdadera autoridad guarda una
relación con la obediencia y el respeto. (cfr. Romanos 13, 1-4). Quien se
encarga de la autoridad debe cumplirla con responsabilidad, con justicia, con
amor, con humildad. La autoridad tiene sus límites, se mueve en el campo de la
ley de Dios y el bien común.
Cuando la autoridad no se ejerce con ética y con
humildad, se convierte en anarquía. (Romanos 13, 1-5). Hay que obedecer por
deber de conciencia.
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https://youtu.be/WAUBpBJ5IU8