NOS DEJAMOS GUIAR POR EL ESPÍRITU SANTO Evangelio lunes 28 de abril 2025

HAY QUE PERMITIR QUE EL ESPÍRITU SANTO CONDUZCA NUESTRA VIDA                
Evangelio lunes 28 de abril 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Había un fariseo llamado Nicodemo, hombre principal entre los judíos, que fue de noche a ver a Jesús y le dijo: “Maestro, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces, si Dios no está con él”.
 
Jesús le contestó: "Yo te aseguro que quien no renace de lo alto, no puede ver el Reino de Dios". Nicodemo le preguntó: "¿Cómo puede nacer un hombre siendo ya viejo? ¿Acaso puede, por segunda vez, entrar en el vientre de su madre y volver a nacer?". Le respondió Jesús: "Yo te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios". Lo que nace de la carne, es carne; lo que nace del Espíritu, es espíritu.” °°° Juan 3, 1-8.
 
            Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica, definiendo el ser eclesial, la define como pueblo de Dios, cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo. Nos hacemos miembros de esa Iglesia, porque nacemos de arriba, “del agua y del Espíritu” (Juan 3, 3-5) es decir, por la fe en Cristo y en el bautismo. (Numeral 782).
 

            Como pueblo de Dios tenemos como cabeza a Cristo Jesús. La identidad nuestra como pueblo de Dios, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios. (cfr. Lumen Gentium, 9). La ley de nuestra Iglesia es el mandamiento nuevo. “Amar como el mismo Cristo nos amó” (Juan 13, 34). Nuestra misión como Iglesia, es ser sal de la tierra y luz del mundo. (Mateo 5, 13-16). Nuestro destino eclesial es el Reino de Dios. (cfr. Lumen Gentium, 9).

 
            Viene a bien la inquietud de Nicodemo, como jefe judío y como persona prestigiosa en medio de la comunidad. El Hijo de Dios responde a esta inquietud la importancia que tiene ser bautizado, dejarse guiar por el Espíritu Santo y comenzar a ser discípulo del Maestro. Desde el comienzo, Jesús asoció a sus discípulos a su vida (cfr. Marcos 1, 16-20); les reveló el Misterio del Reino (cfr. Mateo 13, 10-17); les dio parte en su misión, en su alegría (cfr. Lucas 10, 17-20) y en sus sufrimientos (cfr. Lucas 22, 28-30). (cfr. Catecismo # 787).
 

            El Papa Francisco nos enseña: “Ser un buen cristiano es dejar que el Espíritu entre en ti y te lleve, te lleve donde quiera. En nuestra vida cristiana muchas veces nos detenemos, como Nicodemo, ante el “por tanto”, no sabemos qué paso dar, no sabemos cómo hacerlo o no tenemos la confianza en Dios para dar este paso y dejar entrar al Espíritu. Nacer de nuevo es dejar que el Espíritu entre en nosotros y que sea el Espíritu quien me guíe y no yo y aquí: libre, con esta libertad del Espíritu que nunca sabrás dónde acabarás.” (cfr. Homilía, 20 de abril, 2020).

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https://youtu.be/zGzpuME8nqY