LUNES SANTO 14 de abril 2025
El lunes es
considerado en nuestra Iglesia Católica el día de la autoridad. Jesucristo
derrota la hipocresía de Judas Iscariote diciendo: “Déjala; lo tenía guardado
para el día de mi sepultura.”
“La autoridad es abnegación, servicio humilde, testimonio, ternura
maternaly paternal hacia las personas, especialmente aquellas más necesitadas.”
Papa Francisco, 10 de noviembre, 2024Seguimos el ejemplo de un Dios grande, maravilloso, poderoso y muy misericordioso. “Mi siervo no gritará, no voceará por las calles” (cfr. Isaías 42, 1-7)
El Papa Francisco enseña que Judas Iscariote sufría del virus del orgullo y la ambición. Llegó un momento en que ya no eran doce apóstoles, sino once, ante el doloroso evento de la Pasión del Señor. (cfr. Juan 12, 1-11)
Evangelio Lunes 14 de abril 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Seis días antes de la Pascua, fue
Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los
muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que
estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y
costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa
se llenó de la fragancia del perfume.
«¿Por qué no se ha
vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?». Esto
lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como
tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.
Jesús dijo: «Déjala;
lo tenía guardado para el día de mi sepultura.” °°° Juan 12, 1-11 El amor rompe las barreras del
egoísmo, la falsedad, la hipocresía, la apariencia de la caridad. Judas
Iscariote es un personaje que no dejó buena impresión en el proceso de la
formación, la paciencia y el amor misericordioso de su Maestro. Judas
representa a todas aquellas personas que viven de la apariencia, que son
mentirosas, que se mueven en la ambición por el dinero, que no tienen reparo en
vender a sus amigos con tal de sentir el gozo de su propia debilidad.
Jesucristo nos enseña: No son necesarias las apariencias. “Los pobres siempre
los tendrán con ustedes” No utilice las personas para su beneficio personal.
El Papa Francisco enseña que
Judas Iscariote sufría del virus del orgullo y la ambición. Llegó un
momento en que ya no eran doce apóstoles, sino once, ante el doloroso evento de
la Pasión del Señor. Judas, Ya había comenzado antes a separarse de la comunión
con el Señor y con los demás, a hacer las cosas solo, a aislarse, a aferrarse
al dinero hasta el punto de instrumentalizar a los pobres, a perder de vista el
horizonte de la gratuidad y de la entrega hasta permitir que el virus del
orgullo infectase su mente y su corazón, transformándolo de
"amigo" (Mateo 26, 50) en enemigo y en "guía de los que
arrestaron a Jesús" (Hechos 1, 17)
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/LeZ6DypPN3M
EL AMOR Y LA ESPERANZA
Virtudes que nos permiten vivir mejor
Ser solidarios y honestos con los demás
Jubileo Año 2025
El apóstol san Pablo nos
recomienda: no viváis como los gentiles, que viven en la vanidad de sus
pensamientos. Están oscurecidos en el entendimiento y separados de la vida de
Dios por la ignorancia en que se encuentran, por el endurecimiento de su
corazón.” (Efesios 4, 17-19). Judas
Iscariote manipuló a su Maestro. La Escritura nos aconseja no caer en ese tipo
de pecado.
El Papa Francisco desea que Viralicemos el amor y globalicemos la
Esperanza a la luz de la fe. Una
sociedad solidaria y justa es una sociedad más sana. Una sociedad participativa
-donde a los 'últimos' se les tiene en consideración igual que a los 'primeros.
Animados por el Espíritu Santo,
podremos trabajar juntos por el Reino que Cristo ha inaugurado en este mundo,
viniendo entre nosotros.
Un Reino de luz en medio de la oscuridad, de justicia
en medio de tantos ultrajes, de alegría en medio de tantos dolores, de sanación
y salvación en medio de las enfermedades y la muerte. De ternura en medio al
odio. (cfr. Audiencia, 30 de septiembre 2020).
El Papa Francisco recuerda que el
amor está más en las obras que en las palabras. No es amor decir solamente:
“te amo, amo a todas las personas”. No. ¿Qué haces por amor? El amor se da”.
Podemos hacer esto porque de esta manera ama Dios a su pueblo, cuando lo
escogió y también cuando lo perdonó. La segunda dimensión que identifica el
Papa es la manera de poner en acción este amor concreto: la dimensión del
diálogo. El amor, de hecho, “escucha y responde, el amor se realiza en el
diálogo, en la comunión: se comunica” El amor no es sordo, ni mudo. (cfr.
Discurso, 21 de junio, 2015).