14 de abril de 2025

DIOS SIEMPRE PERMANECE FIEL Martes Santo 15 de abril


MARTES SANTO 15 de abril 2025

Nuestra Iglesia Católica no enseña que el martes es el día de la controversia.
“El camino del siervo es pedir perdón cuando resbala o cae.
 Judas decide entregar a su maestro. Pedro llora amargamente.”
(Papa Francisco)
ENSEÑANZAS QUE NOS REGALA EL MARTES SANTO
            El mayor deseo de Dios es que seamos luz para las demás personas. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra. (Isaías 49, 1-6)
            La grandeza del reino de Dios no es el poder según el mundo, sino el amor de Dios, un amor capaz de alcanzar y restaurar todas las cosas. (cfr. Juan 13, 21-33)
 
SI EL SER HUMANO LO NIEGA, DIOS PERMANECE FIEL         
Evangelio martes 15 de abril 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
            ““Jesús, estando en la mesa con sus discípulos, se estremeció y manifestó claramente: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería. Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús. Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: “Pregúntale a quién se refiere”. Él se reclinó sobre Jesús y le preguntó: “Señor, ¿quién es?”
            Jesús le respondió: “Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato”.
Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: “Realiza pronto lo que tienes que hacer”. Juan 13, 21-33. 36-38.
 
            La traición de Judas y la negación de Pedro, causan un profundo dolor y desconcierto en el corazón de Jesús de Nazareth. La grandeza del reino de Dios no es el poder según el mundo, sino el amor de Dios, un amor capaz de alcanzar y restaurar todas las cosas. Por este amor, Cristo se abajó hasta nosotros, vivió nuestra miseria humana, probó nuestra condición más ínfima: la injusticia, la traición, el abandono, experimentó la muerte
 
            El Papa Benedicto XVI explica por qué la traición de un apóstol llevó a la muerte a Jesús de Nazareth: cuando pensamos en el papel negativo que desempeñó Judas, debemos enmarcarlo en el designio superior de Dios que guía los acontecimientos. Su traición llevó a la muerte de Jesús, quien transformó este tremendo suplicio en un espacio de amor salvífico y en entrega de sí mismo al Padre (cfr. Gálatas 2, 20). (cfr. Audiencia, 18 octubre 2016).
 
            En un buen católico, un buen misionero, un buen creyente, es muy importar Creer en el Maestro, amar y serle fiel al Maestro. Judas Iscariote no lo logró. el mismo Maestro reclama el amor a sus discípulos, a Judas Iscariote quien va a traicionar ese amor de su Señor y a Pedro lo interroga hasta dónde ese futuro discípulo que va a ser la cabeza de su Iglesia, lo ama y le sostiene ese amor ante cualquier circunstancia. El Maestro desea saber si los que lo van a representar, creen en su ser y en su Palabra
 
            La Sagrada Escritura nos pide ser fieles a Dios. El mismo creador es ejemplo de fidelidad hasta las últimas consecuencias. La fidelidad es un atributo de Dios. La fidelidad debe ser una virtud de toda persona que quiera servirle a Dios. La fidelidad es un don que debemos pedir al Espíritu Santo. Mientras el ser humano traiciona a Dios. Él permanece fiel. (cfr. 2 Timoteo 2, 13).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ    
https://youtu.be/0YPF4nMC3Vk  
      
 Obedientes a la propuesta del Papa Francisco, reflexionaremos cada día de la Semana Mayor un tema sobre la virtud de la Esperanza. Hoy Martes Santo pensamos en °°°  

 

ESPERANZA Y FIDELIDAD
Dios guarda las esperanzas en nosotros
Que seamos fieles hasta el final
Jubileo Año 2025
            Detengamos nuestro pensamiento en este tercer día de nuestra Semana Santa, para pensar en la importancia de la Esperanza como virtud, unida a la fidelidad como valor fundamental de la integridad de una persona. Desde el mismo momento de la creación hasta nuestros días, Dios ha tenido la Esperanza que la fidelidad sea para nosotros un principio, un valor, una gracia, fundamental para relacionarnos con Dios, 


para no cambiar a Dios, para no dejar a Dios, para no engañar a Dios, para retribuirle a Dios tantas gracias y bondades con nuestra fidelidad. Judas Iscariote no pudo ser fiel a su Maestro.
            El Papa Francisco nos enseña varios modelos en el ser, en el actuar y en el decidir de Dios para con nosotros.  Dios es fiel a su Palabra y a su promesa. Dios no secansa de trabajar, de insistir, es la fidelidad de la gratuidad. La fidelidad de Dios es extremadamente paciente.
 
            Dios que es fiel a su palabra, que es fiel a su promesa, que camina con su pueblo llevando a cabo la promesa al lado de su pueblo. Fiel a la promesa: Dios, que continuamente se hace sentir como el Salvador del pueblo porque es fiel a la promesa. Dios, que es capaz de re-hacer las cosas, de re-crear, como lo hizo con este paralítico de nacimiento al que re-creó sus pies, lo sanó (cf. Hechos 3, 6-8), el Dios que cura, el Dios que siempre trae consuelo a su pueblo.
 
            Un Dios que va adelante y que no se cansa de trabajar, para llevar al pueblo adelante, y no tiene miedo de “cansarse”, digamos así... Como aquel pastor que cuando llega a casa se da cuenta de que le falta una oveja y va, vuelve a buscar la oveja que se ha perdido (cf. Mateo 18, 12-14). El pastor que trabaja horas extras, pero por amor, por fidelidad.
 
            La fidelidad de Dios es una fidelidad paciente: tiene paciencia con su pueblo, lo escucha, lo guía, le explica lentamente y calienta su corazón, como lo hizo con estos dos discípulos que se alejaban de Jerusalén: conforta sus corazones para que vuelvan a casa (cf. Lucas 24, 32-33). La fidelidad de Dios es lo que no sabemos: qué pasó en ese diálogo, pero es el Dios generoso que buscó a Pedro, el que lo negó.
  
            La fidelidad de Dios siempre nos precede y nuestra fidelidad es siempre la respuesta a esa fidelidad que nos precede. Es el Dios que siempre nos precede. Y la flor del almendro, en primavera: florece primero. Ser fiel es alabar esta fidelidad, ser fiel a esta fidelidad. Es una respuesta a esta fidelidad. (cfr. Homilía, 15 de abril, 2020).