10 de abril de 2025

EL PADRE Y EL HIJO SON CONSUSTANCIALES Evangelio viernes 11 de abril 2025


EL PADRE Y EL HIJO GUARDAN UNA REALIDAD
     
Evangelio viernes 11 de abril 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los judíos tomaron piedras para apedrear a Jesús.
Entonces Jesús dijo: “Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”
 
Los judíos le respondieron: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios”.
Jesús les respondió: “¿No está escrito en la Ley de ustedes: «Yo dije: ¿Ustedes son dioses»? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: ‘Yo soy Hijo de Dios’?
 
Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y Yo en el Padre”.” °°° Juan 10, 31-42
 
            Cuando el corazón de la persona está cerrado a la acción del Espíritu de Dios, es imposible que reconozca, que aprecie, que valore, que entienda que Jesús de Nazareth vino a cumplir la obra que su Padre le encomendó. El Hijo realiza las obras de su Padre, en nombre de él y gracias a la fuerza de Él. Eso prueba que existe una relación entre el Padre y el Hijo. Que el hilo conductor de la perfección de esa obra es la lealtad del Hijo en el cumplimiento de su misión. 
            Gracias a la Sagrada Escritura sabemos que: Dios está convencido de lo que Él es, y la razón por la cual vino a este mundo. Él mismo dispuso las cosas, preparó diligentemente este acontecimiento, dejó las bases de la fe, la luz y la verdad, para conocerlo a Él; no permitió que ninguna fuerza se opusiera a sus deseos.
 
            El Hijo de Dios insiste en la conexión entre Él y su Padre celestial. La obra del Hijo depende del Padre. No existe contradicción. No existe blasfemia. No existe la posibilidad de la suplantación. Lo que si existe es un concepto equivocado de Dios en su ser y en su manifestación.  La gran enseñanza de nuestra fe apoyada en la Palabra de Dios, es la obra de Dios que inicia con la presencia del Padre en medio de la comunidad. Se comunica con su pueblo a través de los patriarcas y los profetas.
 
Dios sigue insistiendo en su plan de salvación ante una humanidad demasiado terca a aceptar a Dios. Toma una segunda decisión, envía a su Hijo, para que continúe la obra del Padre celestial. El Hijo presenta el proyecto de su Padre y el pueblo le responde que es un blasfemo. La bondad de Dios sigue insistiendo a cada hombre y a cada mujer. “El que me ve a mí, ve al Padre” (Juan 14, 9).
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https://youtu.be/x37Jy7t4t98