Evangelio viernes 4 de abril 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Recorría Jesús la
Galilea, pues no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se
acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Pero después que sus hermanos subieron
a la fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. Decían
algunos de los de Jerusalén: ¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo
habla con toda libertad y no le dicen nada.
¿Habrán reconocido de
veras las autoridades que este es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es,
mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es. Gritó, pues,
Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: Me conocéis a mí y sabéis de dónde
soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el
que me envía; pero vosotros no le conocéis.” °°° Juan 7, 1-2. 10. 25-30.
La fe tiene sus desafíos. El, Hijo de Dios nos
ofrece una buena lección, para que aprendamos a difundir la fe, explicar el
misterio de la fe, vivir según
los parámetros de la fe, a pesar de la envidia, la persecución, la crítica
destructiva, la persecución de muchas personas porque anunciamos lo que debe
ser y el miedo no nos podrá detener. Jesucristo defendió su misión y mensaje
diciendo: “yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía.”
(Juan 7, 28).
El Papa Benedicto XVI nos enseña la importancia
que tiene la fe, cómo vivirla y cómo defenderá. Dice el santo Padre: Cuando profesamos la fe en el Padre, el Hijo
y el Espíritu Santo, equivale a creer en un solo Dios. Creer en Jesucristo, es
el camino para llegar a la salvación. La caridad es un principio ineludible en
la fe. (cfr. 2 Corintios 5, 14). La fe no es un hecho privado, se debe
testimoniar públicamente. No existe fe sin caridad y caridad sin fe. (cfr. 1
Corintios 13, 13). (cfr. Carta Apostólica, Porta Fideli, Numerales 1, 3, 7, 8,
9, 11, 14).
El Papa Francisco sintetiza lo que espera el
mundo de nosotros como personas de fe: “El mundo espera de nosotros el ejemplo
de almas despiertas y de mentes claras, espera una religiosidad auténtica. Ha llegado la hora de despertarse de ese
fundamentalismo que contamina y corroe todo credo, la hora de hacer que el
corazón se vuelva transparente y compasivo. °°° las religiones no son un
problema, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa.
La búsqueda de la
trascendencia y el valor sagrado de la fraternidad pueden, en efecto, inspirar
e iluminar las decisiones a tomar. °°° necesitamos la religión para responder a
la sed de paz del mundo y a la sed de infinito que habita en el corazón de todo
hombre. (cfr. Discurso en Kazajistán, 14 de septiembre, 2022).
SI DESEAS ESCUCHAR
EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ