¿CUÁL ES EL VERDADERO TESORO? Evangelio sábado 23 de agosto 2025
¿CUÁL ES EL VERDADERO
TESORO?
Evangelio sábado 23 de agosto
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a la
multitud:
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un
hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo
que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a
buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que
tenía y la compró.” Mateo 13, 44-46.
La Sagrada Biblia expresa el Reino de Dios, como un sistema de vida,
planteado por el Salvador del mundo, diseñado en la mente del Padre celestial.
Lo que en el fondo Dios quiere, es que reine la justica, la caridad, el amor,
la misericordia. Por encima debe estar el Reino de Dios, los tesoros de su
amor. Debemos aprender a vivir en una sociedad, según el modelo del Reino:
eso implica entender que estamos hablando del reinado o la soberanía de Dios
sobre todas las cosas.
El gran secreto para encontrar
verdaderamente el Reino de Dios es: Distinguir si es un verdadero tesoro.
Si el Espíritu de Dios te indica que ese si es el auténtico tesoro, entonces el
paso a seguir es el desapego de los equivocados tesoros que te ofrece el mundo
para que puedas adquirir los verdaderos tesoros que ofrece Dios.
Pensemos en
posibles tesoros que no pueden faltar en la vida de un creyente, de un
discípulo, de un servidor
de Dios. El tesoro de la Eucaristía, el tesoro de la Palabra de Dios, el tesoro
de la oración personal, el tesoro del sacramento de la reconciliación, el
tesoro de las obras de misericordia, el tesoro de confiar más en Dios y menos
en mis ultra capacidades.
Un buen creyente no desatiende
los avisos de su Maestro: “La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está
sano, tu cuerpo tendrá luz. (Mateo 6, 22).
Cuando una persona descubre a Dios como su gran tesoro, se atreverá a
decir: Más estimo yo los preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y
plata. (cfr. Salmo 119). “Vendo todo lo que tengo y me voy a buscar el tesoro
de Dios” (Mateo 13, 44). No debo tener tesoros en la tierra, donde la polilla y
la carcoma los roen. (Mateo 6, 19).
No debo caer en el error eterno: Donde está tu tesoro, allí está tu
corazón. (Mateo 6, 23). Jesucristo le regaló a la Iglesia los maravillosos
tesoros en sus sacramento. El Bautismo. (Juan 3, 5). La Eucaristía. (Lucas 22,
7-20). La confirmación. (Hechos 2, 17-18) La reconciliación. (Juan 20, 23) La
unción de los enfermos. (Santiago 5, 14) y el Matrimonio. (Mateo 19, 6) La
misma Iglesia es un sacramento. (Mateo 16, 18) “Edificaré mi Iglesia”.
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https://youtu.be/KR4y8_mHfuI