EL ESPÍRITU SANTO INDICA EL CAMINO Evangelio domingo 17 de agosto 2025
EL ESPÍRITU SANTO NOS INDICA EL
CAMINO CORRECTO
Evangelio domingo 17 de agosto
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a sus
discípulos: He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que
ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué
angustiado estoy hasta que se cumpla! ¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la
tierra? No, os lo aseguro, sino división.
Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán
divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre
contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija
contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.” Lucas
12, 49-53.
Excelente metáfora del Salvador
del mundo para proponernos lo que espera de la humanidad. Él quiere que nos
dejemos guiar por el fuego del Espíritu Santo para que podamos encontrar la
paz a través de la vivencia de la auténtica justicia. Sólo quien se deja guiar
por el Espíritu de Dios tiene mucho para ofrecerle a los demás. El apóstol san
Pablo nos recuerda que todos aquellos que vivan según el Espíritu de Dios,
serán bendecidos por Dios, serán los verdaderos hijos de Dios. Nuestra forma de
vivir no será según la carne, sino el Espíritu. (cfr. Romanos 8, 8-14).
Quienes se dejan guiar por el
Espíritu evitan todo tipo de acción pecaminosa, que esté contra del bien y de
la verdad. Cuando el Espíritu de Dios ocupa un lugar privilegiado en el
corazón de un creyente descubrimos las dos fuerzas que existen: La fuerza del
mal y la fuerza del Espíritu. No podemos caer en la fuerza del mal porque nos
dejaríamos llevar por la envidia, celos, ambición, egoísmo, discordia. Al contrario,
lo que permite el Espíritu es el amor, la alegría, la paz. La paciencia, la
bondad, la fidelidad. (cfr. Gálatas 5, 16-23).
El Papa Francisco tiene la razón
cuando afirma que la Palabra de Dios provoca controversias entre las personas
que la acogen y el que no lo quiere hacer. La causa de la división es la
actitud ante la Palabra. Dice el santo Padre: “A veces también en nuestro
corazón se enciende un contraste interior; esto sucede cuando advertimos la
fascinación, la belleza y la verdad de las palabras de Jesús, pero al mismo
tiempo las rechazamos porque nos cuestionan, nos ponen en dificultad y nos cuesta
demasiado observarlas.” (cfr. Homilía, 21 de marzo, 2015).
Quien proclama la Palabra de su
Señor debe tener conciencia de las implicaciones que tiene esa misión. Unos
lo van a aceptar y otros lo van a atacar. El punto medio para seguir al Maestro
es el camino de la Cruz. “la predicación de la cruz es locura para los que se
pierden... pero es fuerza de Dios para los que se salvan" (1 Corintios 1,
18).
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https://youtu.be/YHH6fnIRbbc