6 de diciembre de 2025

CONVERSIÓN "Cambio de conducta y de corazón" Evangelio domingo 7 de diciembre 2025


CONVERSIÓN: “Cambio de conducta y de corazón”
CONVERSIÓN, CONDICIÓN PARA SALVACIÓN                    
Evangelio domingo 7 de diciembre 2025 Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: "Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos".
 
 Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.  
Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión.” °°° Mateo 3, 1-12
 
 Se podría decir sin lugar a equivocarnos que la “Conversión es la propuesta para la salvación” Bíblicamente existen dos personajes que nos permiten creer y seguir fielmente a Aquel que le cambió sustancialmente el rumbo a la historia. La misión de Juan el Bautista marcó un hito sagrado en la historia. Su misión fue esencialmente la de precursor. El Hijo de Dios fue enviado por el Padre celestial para Instaurar su Reino y proponer la salvación. Su condición es: “El que se convierta que se bautice y se salvará”.  (Marcos 16, 16)
 
 La conversión es propuesta de salvación. En la historia sagrada, los profetas insistieron bastante en la conversión en los siguientes términos: Es un cambio de conducta y de corazón. (Isaías 1, 10-19). Es cambio radical, como fruto del Espíritu de Dios. Es caminar hacia la cercanía de Dios. Es comenzar a vivir honestamente la Fe. Es convertirse al pensamiento y al sentir de Dios.
 
 Conversión es ir contracorriente, donde la “corriente” es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio, que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal y prisioneros de la mediocridad moral. Existen pecados y tentaciones que no nos permiten dar el paso a la conversión que Dios nos pide. Ellos son: Creer que siempre tengo la razón. Egoísmo, excusas, orgullo, impaciencia, susceptibilidad, resentimiento, intolerancia, dilación, deshonestidad, envidia, falsedad.
 
            El Papa Francisco nos recuerda que la Salvación no es automática, sino que exige la conversión personal. “Requiere una respuesta libre: requiere la conversión”. Esta “conversión” significa “cambiar de mentalidad y cambiar de vida: no seguir más los modelos del mundo, sino el de Dios, que es Jesús”. (cfr. Ángelus, 24 de enero, 2021).
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https://youtu.be/My0I-IPjU_s