23 de diciembre de 2025

JESUCRISTO LUZ DEL MUNDO Evangelio miércoles 24 de diciembre 2025


JESUCRISTO ES LA LUZ QUE NECESITA EL MUNDO
Dios nos regala el mejor medio de salvación.         
Evangelio miércoles 24 de diciembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“En aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad.También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
 
            De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» °°° Lucas 2, 1-14
 
            Aprendemos a descubrir la presencia de Dios en nuestras vidas. El nacimiento del salvador, la llegada del Mesías, la Institución del Reino de Dios, es una realidad transformante que abre las puertas de la salvación, una vida nueva, una luz, una esperanza. Jesucristo es la luz que estaba necesitando el mundo.
 
            La lógica del plan de Dios rompe los paradigmas del poder y de la inteligencia humana: El Mesías nacerá en una aldea humilde. El profeta Miqueas le cuenta a la humanidad sobre el nacimiento del Mesías: “: «Belén Éfrata, tan pequeña para figurar entre los clanes de Judá: quiero que salga de ti el que ha de ser jefe de Israel.” (cfr. Miqueas 5, 1-4).
            El profeta Isaías se anticipa a contarle a la humanidad el ser de ese niño que va a nacer. Dice: «Maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre de eternidad, Príncipe de la paz». (Isaías 9, 5).

            El Papa Benedicto XVI hablando del nacimiento del Salvador del mundo afirmaba: En la Navidad encontramos la ternura y el amor de Dios que se inclina hasta nuestros límites, hasta nuestras debilidades, hasta nuestros pecados, y se abaja hasta nosotros. San Pablo afirma que Jesucristo «siendo de condición divina, (...) se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres» (Filipenses 2, 6-7).
Contemplemos la cueva de Belén: Dios se abaja hasta ser recostado en un pesebre, que ya es preludio del abajamiento en la hora de su pasión. El culmen de la historia de amor entre Dios y el hombre pasa a través del pesebre de Belén y el sepulcro de Jerusalén. (cfr. Audiencia, 21 de diciembre, 2011).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/FBLjz9qj6Qs