JESUCRISTO ES MESÍAS Y ES
SALVADOR
Verdadero hombre y verdadero Dios Evangelio miércoles 17 de
diciembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Genealogía de
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac,
padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares
y de Zará, y la madre de éstos fue Tamar. Después del destierro en Babilonia:
Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel;
Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de
Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de
Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán;
Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, que es llamado Cristo.
El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David,
catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce
generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.”
Mateo 1, 1-17.
De acuerdo a la Enciclopedia
bíblica: La genealogía de Cristo según el Primer Evangelista desciende de
Abraham a través de tres series de catorce miembros cada una; la primera
pertenece al orden patriarcal, la segunda al real y la tercera al de ciudadanos
privados.
Nuestro Papa Benedicto XVI dio una explicación lógica, bíblica y centrada
en el misterio de la salvación del mundo, afirmando que: El Mesías esperado,
objeto de la promesa, es verdadero Dios, pero también verdadero hombre;
Hijo de Dios, pero también Hijo dado a luz por la Virgen, María de Nazaret,
carne santa de Abraham, en cuya descendencia serán bendecidas todas las
naciones de la tierra (cfr. Génesis 22, 18).
Creemos y entendemos que
Jesucristo es el Mesías y es el Salvador. Así lo permite describir la
genealogía. Viene con una misión específica pero guarda una relación profunda
con la historia de la humanidad. Por ejemplo con una descendencia en Abraham y
una familia la del Rey David. Así se cumplen las 14 generaciones.
Jesucristo es el Salvador del
mundo. La salvación que ofrece Dios no tiene fronteras. Las curaciones y
sanaciones del Señor Jesús no hacen parte de un programa específico que Él
debía cumplir. Su misión esencial es ser el Salvador del mundo. El milagro es
el sello de las Palabras. Contraste perfecto entre lo que se anuncia y en lo
que se cree y se acepta.
Al cumplirse los 1700 años del
Concilio ecuménico de Nicea, (325 – 2025). La comisión teológica internacional
propuso un documento titulado: “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador. El
mismo Credo de nuestra Iglesia nos permite la inmensidad de Cristo Salvador y
su acto de salvación. “Creo en un solo Señor Jesucristo que por nosotros los
hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, se encarnó por obra del
Espíritu Santo y de María la Virgen y se hizo hombre”.
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