EL TESTIMONIO DA CREDIBILIDAD Evangelio lunes 15 de diciembre 2025
EL TESTIMONIO DA CREDIBILIDAD
“Preocúpense mucho por dar
testimonio”
Evangelio lunes 15 de diciembre
2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
Jesús entró en el
Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los
ancianos del pueblo, para decirle: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y
quién te ha dado esa autoridad?”Jesús les respondió: “Yo también quiero hacerles una pregunta. Si me
responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan,
¿de dónde era? ¿Del cielo o de los hombres?”
Ellos se hacían este razonamiento: “Si respondemos: «Del cielo», Él nos
dirá: «Entonces, ¿por qué no le creyeron?» Y si decimos: «De los hombres»,
debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta”.
Por eso respondieron a Jesús: “No sabemos”. Él, por su parte, les
respondió: “Entonces Yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto”. Mateo
21, 23-27
¿En qué consiste la verdadera
autoridad? El apóstol san Pablo nos enseña que no hay autoridad que no
provenga de Dios. Quien no desee tener dificultades con la autoridad, sería
bueno que su actuar sea hacer siempre el bien. La autoridad es la manera como
Dios quiere el bien para todos los que creen en Él. Respetar la autoridad que
viene de Dios es un deber de conciencia. (Romanos 13, 1-5).
Es muy cierto que Dios es la suprema
autoridad. Él es el modelo para quien le corresponda ejercer la tarea de
autoridad. Dios da las directrices perfectas para ser una buena autoridad
en la sociedad. El profeta Daniel expresa una visión exponiendo la gran
autoridad que tiene Dios: “En Él está la sabiduría y la fuerza. Él depone y
propone reyes. Él da la sabiduría y el conocimiento a los que saben discernir.
(Daniel 2, 20-22).
Jesucristo nos
enseña cómo se debe ejercer la autoridad: “Los poderosos hacen sentir su
autoridad. Entre ustedes no debe ser así” El servicio es un buen modelo de autoridad. (Mateo
20, 25-26). El apóstol san Pablo advierte el buen uso de la autoridad: “Es para
edificar y no para destruir” (II Corintios 13, 10).
La Sagrada Escritura advierte
sobre las consecuencias del abuso de la autoridad. La considera un pecado.
Viola los derechos de las personas. Somete la dignidad de las personas. No hay
que actuar con severidad contra los demás. (Levítico 25, 43). No se debe
oprimir a los demás. (Zacarías 7, 10). El apóstol san Pedro recuerda: “No abusen
de la autoridad sobre los que tiene a su cargo. Guíenlos con el buen ejemplo”
(1 Pedro 5, 2-3).
Jesucristo enseña con autoridad.
El testimonio da credibilidad a la autoridad. El Hijo de Dios, tiene el poder, la gloria,
el testimonio y la autoridad sobre todo aquello que impida el bienestar y la
salud espiritual de sus creyentes.
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https://youtu.be/dKN6faAf1Qk