4 de septiembre de 2024

NOS CONVERTIMOS EN PESCADORES DE HOMBRES Evangelio jueves 5 de septiembre 2024


NOS CONVERTIMOS EN PESCADORES DE HOMBRES                                           
Evangelio jueves 5 de septiembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“La multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”.
 
            Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.” °°° Lucas 5, 1-11
 
            Nos convertimos en pescadores de hombres. Ese es exactamente el criterio esencial que el Hijo de Dios desea para todos aquellos que deseen seguirlo y por ende hacer su voluntad. Simón Pedro leyó perfectamente los sentimientos de su Maestro y se puso a disposición de la voluntad de su Señor: La misión se logra navegando mar adentro, lanzando la red, haciendo la voluntad del Salvador del mundo.
 
            Desde el momento en que Jesucristo llama a sus primeros discípulos les indica la clave de la misión; hasta hoy, se sigue cumpliendo los deseos de Dios. Podríamos decir sin lugar a equivocarnos que la idea nació en Galilea. San Pedro toma como punto de referencia a Galilea para motivar el apostolado, pues se trata de hacer siempre el bien. (cfr. Hechos 10, 37-39). “Nosotros somos testigos de lo que él hizo en el país de los judíos”. 
 
            San Juan Pablo II al concluir el gran jubileo del año 2000 propone a la humanidad renovar la misma idea original de Jesús de Nazareth: “Duc in Altum” (Lucas 5, 4). Esta palabra resuena también hoy para nosotros y nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre» (Hebreos 13, 8). (cfr. Carta Apostólica, Novo Millennio Ineunte, 1). 
 
            El Papa Francisco nos invita a poner nuestra confianza en Dios, aprender a navegar por el mar de la vida. “si acogemos al Señor en nuestra barca, podemos ir mar adentro. Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo, sin ceder a la decepción cuando no se pesca nada, y sin ceder al 'no hay nada más que hacer” (cfr. Ángelus, 6 de febrero, 2022).
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