21 de septiembre de 2024

SERVIR, NO NOS DISMINUYE Evangelio domingo 22 de septiembre 2024


SERVIR NO NOS DISMINUYE
Evangelio domingo 22 de septiembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará”. Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
 
            Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: “¿De qué hablaban en el camino?” Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.
            Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: “El que quiere ser el primero debe hacerse el último de todos y el servidor de todos”. Marcos 9, 30-37.
 
            ¿Cuál es la identidad de un futuro servidor de Dios en su Iglesia? La respuesta la tiene el Maestro de Nazareth: “Deberá ser el último de todos”. Una persona tendrá mucho éxito en la misión que le encomiende su Maestro cuando elija el camino del servicio, la humildad, pasar inadvertido.
 
l contrario, no logrará ser un buen apóstol quien es amigo del poder, el dominio, sobre salir ante los demás. El Maestro vuelve a insistir: “Serás el servidor de todos”.
 
            Jesucristo enseña en qué consiste el poder, a diferencia del concepto que tiene muchos hombres y mujeres. Jesús nos sorprende con su pedagogía, con su Palabra novedosa, con su estilo diferente de hacer las cosas.  El poder de Jesús llama mucho la atención, porque ese poder va a acompañado de milagros, curaciones, comprensión, ternura, dolor, acompañamiento, sabiduría, etc. (cfr. Marcos 1, 29-39)
 
Jesús hace tanto bien por la humanidad, porque sabe lo que está haciendo, y lo hace con seguridad pensando en el otro. 
 
            Job se distinguió en la historia de la salvación por ser una persona que llevaba una vida recta, sin tacha, un fiel servidor de Dios, cuidadoso de no hacerle mal a nadie. El santo Job decía: “El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero; como el esclavo, suspira por la sombra, como el jornalero, aguarda el salario” (Job 7, 1-4).
 
El apóstol san Pablo encontró el punto de un excelente apóstol: “Predicar no es para mí un orgullo. Es un servicio. Si lo hago por orgullo, esa será mi paga” (1 Corintios 9, 16).
 
            El Papa Francisco nos explica los efectos del servicio en la vida de fe en una persona. Dice el santo Padre: “Servir no nos disminuye, nos hace crecer. La grandeza y el éxito, a los ojos de Dios, tienen otro nivel: se miden por el servicio.
 
El valor de una persona no depende del papel que desempeña, del éxito que tiene el trabajo. La grandeza se mide por el servicio. Cuando se sirve sobre todo a los más necesitados. (cfr. Ángelus 19 de septiembre, 2021)
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