10 de diciembre de 2024

EL VERDADERO DESCANSO ES DIOS Evangelio miércoles 11 de diciembre 2024


EL VERDADERO DESCANSO ES DIOS        Evangelio miércoles 11 de diciembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús tomó la palabra y dijo: Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” Mateo 11, 28-30            El Salvador del mundo propone una Reino de su Padre celestial, propone una religión, propone una Iglesia, propone un sistema de vida según la fe donde la caridad, la bondad y la misericordia son presupuestos para seguir los caminos de Dios, para superar las dificultades normales que presenta la vida.
 
Jesucristo no propone una religión que maltrate a la persona, al contrario, su lema es: “Mi yugo es llevadero y mi carga es liviana” (Mateo 11, 30). No podemos caer en la tentación en querer irnos al extremo y vivir una religión más al lado de la esclavitud y menos de la liberación integral.
 
            Jesucristo es el verdadero descanso para el alma. El verdadero descanso del hombre es una participación en el descanso de Dios. El Papa Francisco nos recuerda teológicamente el verdadero descanso de una persona: “No existe para el hombre” descanso” verdadero, integral, si no es en Dios. Según la Biblia, Dios trabajó seis días, llevando a cabo la obra de la creación, y el séptimo día, Dios” descansó”.
 
            El primero que trabaja y luego cesa en su trabajo es Dios. “Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él cesó toda la obra creadora” (Génesis 2, 2). De los siete primeros días de la creación, éste es el único que no tiene ocaso: es un día eterno; el día del” descanso de Dios” se prolonga por la eternidad. Cuando el hombre descansa, en realidad, “entra en el descanso de Dios”.
 
            El Papa Benedicto XVI nos enseña sobre el verdadero descanso: “Jesús promete que dará a todos «descanso», pero pone una condición: «Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón». ¿En qué consiste este «yugo», que en lugar de pesar aligera, y en lugar de aplastar alivia?
 
 El «yugo» de Cristo es la ley del amor, es su mandamiento, que ha dejado a sus discípulos (cfr. Juan 13, 34; 15, 12). El verdadero remedio para las heridas de la humanidad. s una regla de vida basada en el amor fraterno, que tiene su manantial en el amor de Dios”. (cfr. Ángelus, 3 de julio, 2011).
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https://youtu.be/Pza7OkrmmB4