MARÍA
SANTÍSIMA ES MADRE DE DIOS
Evangelio
miércoles 1 de enero 2025Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del
Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que
los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.” Lucas 2, 16-21.
En consonancia con la historia Eclesiástica, damos gracias a Dios por el momento en el siglo V cuando se celebraba el Concilio de Éfeso, en el año 431, nuestra Iglesia definió que María Santísima es la “Theotokos”. (María es madre de Dios. Theo, Dios; tokos, parto. El Concilio Ecuménico Vaticano II nos recuerda: “La Virgen María, que al anuncio del ángel recibió al Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la Vida al mundo, es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor.
Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, y unida a Él con un vínculo estrecho e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios Hijo, y por eso hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo. (Lumen Gentium, numeral 53)
Afirmar que María Santísima es Madre de Dios, es tener en cuenta que toda la historia de la salvación narrada en los libros de la Antigua Alianza, en la Sagrada Escritura, proponen pensar en la venida de Cristo al mundo. Por ejemplo: en el siglo VIII antes de Cristo, un profeta anuncia que: “El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros.” (Isaías 7, 14).
María Santísima aparece en la vida pública de su Hijo Jesús, como la madre, la que siempre está a su lado, la que acompaña la obra de su Hijo, la prudente en la misión de Jesucristo. Justo en el primer milagro, en Caná de Galilea, la Virgen pide la intercesión de su Hijo. (cfr. Juan 2, 1-11).
María Santísima acompaña a su hijo hasta el
último momento, junto a la Cruz. (cfr. Juan 19, 25).
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https://youtu.be/LPuKUXalSCY
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