VIVIR SEGÚN LOS SENTIMIENTOS DE JESÚS Evangelio miércoles 4 de diciembre 2024

SERVIR SEGÚN LOS SENTIMIENTOS DE JESÚS              

Evangelio miércoles 4 de diciembre 2024

Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué

“Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a Él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y Él los sanó.La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.
 
            Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?” Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?” Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. Mateo 15, 29-37.
 
            Dios siempre toma la iniciativa. Es una actitud que debemos aprenderle al Maestro de Nazareth. Estar atentos, darse cuenta; adelantarse, descubrir el dolor, la angustia, la desesperación en los demás. Darse cuenta del hambre. Dios nos propone pensar en la posibilidad, de cuánto grado de atención tengo hacia las necesidades de los demás. Preocuparse por el estado de los demás, puede ser una virtud. Tener ese sentido que llamamos altruismo.
 
            El diccionario de la lengua española nos enseña que el altruismo es la abnegación, la generosidad, el desprendimiento, la caridad, la filantropía con los demás. Es tener esos sentimientos de procurar el bien ajeno.  El buen altruismo califica la conducta de cada persona por el bienestar de los demás, sin esperar nada a cambio.
 
            El Papa Benedicto XVI ha recordado que la intención de hacer el bien mirando a Cristo en el otro, es una característica fundamental de la doctrina social de la Iglesia: “Lo que verdaderamente diferencia a las obras de caridad cristianas es ofrecer su servicio con el corazón y sentimientos de Jesús” (Mensaje a los miembros del Consejo Pontificio “Cor Unum”, miércoles, 1 de diciembre de 2010).
 
            El apóstol san Pablo nos recuerda dónde debe estar el punto de nuestra caridad con los demás: “Que vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros; con un celo sin negligencia; con espíritu fervoroso; sirviendo al Señor” (Romanos 12, 9-10).
 
 Jesucristo multiplica los panes y los peces, pensando en los demás. La Eucaristía es el principio y la fuente de la vida cristiana. “El que coma de ese Pan vivirá para siempre” (Juan 6, 51).
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https://youtu.be/Rp96hQjejlg