12 de diciembre de 2024

NOS DEJAMOS SORPRENDER POR DIOS Evangelio viernes 13 de diciembre 2024


NOS DEJAMOS SORPRENDER POR DIOS             
Evangelio viernes 13 de diciembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a la multitud: ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: “¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!”            Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: “¡Está endemoniado!” Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.” Mateo 11, 16-19.
 
            Los signos son un medio de comunicación excelente sobre la identidad de Dios y las maravillas que hace Dios en cada persona. No todas las personas tienen la capacidad de captar los signos, o dejarse guiar por los signos. El problema puede ser la indiferencia, debilidades en la fe, la demasiada exigencia. No es fácil darle gusto a todas las personas.
 
            Existen ejemplos bíblicos que nos ponen a pensar: Juan el bautista propuso un estilo de vida austera y exigente. Muchos no comprendieron sus signos. El Hijo de Dios se comunica a través de los signos de la amabilidad, el perdón, la misericordia, la bondad con todas las personas.

Sus signos no son entendidos y lo critican diciendo que parece un comilón y un borracho. Se hace necesario buscar la solución para no perder los signos de Dios. San Pablo enseña sobre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios: Los griegos buscan sabiduría. Nosotros anunciamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos. (1 Corintios 1, 18-25).
 
            El Papa Francisco propone a quienes son indiferentes o demasiado exigentes, la solución es “Dejarse sorprender por Dios”. Dice el santo Padre: Sin las sorpresas de Dios, sin asombro, la fe se convierte en una letanía cansada, que lentamente se apaga y se convierte en una costumbre. cuando hacemos que prevalezca la comodidad de la costumbre y la dictadura de los prejuicios, es difícil abrirse a la novedad y dejarse sorprender.
 
            Nosotros controlamos, con la costumbre, con los prejuicios. Al final sucede que muchas veces, de la vida, de las experiencias e incluso de las personas buscamos solo confirmación a nuestras ideas y a nuestros esquemas, para nunca tener que hacer el esfuerzo de cambiar. (cfr. Ángelus, 4 de julio, 2021).
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https://youtu.be/koWa-5-6uLw