20 de diciembre de 2024

MODELOS DE FE Y ESPERANZA Evangelio sábado 21 de diciembre 2024


MODELOS DE FE Y ESPERANZA               Evangelio sábado 21 de diciembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:            “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!». Lucas 1, 39-45.
 
            La fe produce cambios sustanciales en las personas. María Santísima comparte lo que ella cree y lo que ella es con su prima Isabel.  La alegría y la esperanza de la fe, la lleva a tener una experiencia de fe.  Santa Isabel, comprueba la sorpresa de la fe, pues permite que la Madre del Hijo de Dios, la visite y comparta con ella. La fe transforma la vida de Isabel y la convierte en una bienaventurada.
 
            La Santísima Virgen María nos da la primera lección fructuosa  Es la fe, Mesiánica. María le creyó a Dios y acogió a su enviado en su seno.  La respuesta misma de Isabel confirma el gozo de María, la fuerza de su fe, el convencimiento de su obra: “Dichosa tú, que has creído”. (Lucas 1, 42).
 
María Santísima es modelo excelente de vida, fe y obras. con su vida y con su fe, transmite ese modelo que ha recibido de Dios, ella entiende perfectamente que su obra y su decisión no es directamente suya, sino que es el fruto de una profunda relación con Dios, la fuerza de poder hacer la voluntad de Dios, de entenderlo a Él, de creerle a Él. 
 
Basta pensar en algunas frases bíblicas, para descifrar la mentalidad de la Virgen: “Ella guardaba todas esas cosas en su corazón; (Lucas 2, 1).  Hagan lo que Él les diga; (Juan 2, 5).  Aquí está la esclava del Señor” (Lucas 1, 38).   
 
            La fe se convierte en una relación perfecta entre las personas, en una manifestación del gozo y de la alegría cristiana, en un compartir tanta Gracia y tanta bondad de Dios. La respuesta de Isabel no se deja esperar: “Bendita tú, entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. (Lucas 1, 42).
 
Continúa la cadena de la fe, recibimos tanta luz y fuerza de Dios, que la convertimos en fortaleza y misión, cuando la llevamos al espíritu de los demás.  María nos da esa gran lección: Hay que creerle a Dios, hay que hacer su santa voluntad, hay que aprender a caminar de la mano de Dios, hay que dejarse guiar por el espíritu de Dios.
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https://youtu.be/2I48Mlm4Who