20 de enero de 2025

LA LEY Y EL ESPÍRITU DE LA LEY Evangelio martes 21 de enero 2025


LA LEY Y EL ESPÍRITU DE LA LEY                                   Evangelio martes 21 de enero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?".
                        Él les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?".
            Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado". Marcos 2, 23-28.
 
            La manera poco ortodoxa de entender y vivir la fe. La ley y el espíritu de la ley. La sabiduría de Dios se impone notablemente ante los grandes razonamientos de la inteligencia humana. “El hijo del hombre es dueño del sábado”. En tiempos de Jeroboam II rey de Israel, Dios envió a un sencillo campesino, pastor y cultivador.
 
Es el profeta Amós que denuncia el mal y la errada equivocación como se vive la religión. Es el profeta de la justicia social. Es el profeta que denuncia la doble cara como vivían la religión en su tiempo.
 
            Les dice el enviado de Dios. “Esperan a que pase el sábado para cometer toda clase de engaños contra el pueblo pobre y necesitado”. “Con impaciencia esperáis que termine la fiesta de la luna nueva para vender vuestro trigo, y no veis el momento de que pase el sábado para abrir los almacenes.
 
Disminuís la cantidad y aumentáis el precio, usáis balanzas falseadas, y vendéis hasta el desecho del trigo.” (Amós 8, 4-7). La pregunta sería, ¿dónde queda la ley del sábado.?    
 
            Teológicamente es cierto que el día sábado tiene una connotación especial, es el día para santificarlo, para descansar. (cfr. Éxodo 20, 8-10). La filosofía y la sabiduría popular enseñan que “Todo extremo es malo”. El Hijo de Dios quiere enseñarnos que la religión no se vive al extremo, lastima a los demás, juzga demasiado rápido al otro, comete demasiadas injusticias.
 
Jesucristo piensa más en la compasión con los demás y pregunta: “Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla” (Marcos 3, 4). También recuerda: El sábado es el día del Señor de las misericordias y del honor de Dios (cfr Mateo 12, 5). “El Hijo del hombre es Señor del sábado” (Marcos 2, 28).
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