14 de enero de 2025

NO ACCEDER A LOS HALAGOS DE ESTE MUNDO Evangelio miércoles 15 de enero 2025


NO ACCEDER A LOS HALAGOS DE ESTE MUNDO
Evangelio miércoles 15 de enero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
 
            Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios.
 
            Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración.” °°° Marcos 1, 29-39.
 
            Los discípulos debemos imitar la obra del Maestro de Nazareth. El Hijo de Dios no se deja confundir por las tentaciones ante la misión. ¿Cuáles tentaciones se pueden presentar? Jesucristo no busca el prestigio, no acepta títulos, no desea la fama del curandero o saca demonios. Su misión es hacer la voluntad de su Padre celestial. Ha sido enviado para salvar, para anunciar la Palabra salvadora, para utilizar los dones y poder a favor del dolor y de las necesidades humanas.
 
            El Papa Francisco nos recuerda que la obra salvadora de Jesucristo no se agotó durante el tiempo que Él permaneció en la tierra. Sigue adelante a través de sus apóstoles, su Iglesia, todos aquellos que se comprometen a hacer la voluntad de Dios. Jesús les confiere a sus discípulos una doble misión: anunciar el Evangelio de la salvación y sanar a los enfermos.
 
Fiel a esta enseñanza, la Iglesia siempre ha considerado la asistencia a los enfermos como parte integrante de su misión. “Los pobres y los que sufren, los tendrán siempre”, advierte Jesús. Y la Iglesia continuamente les encuentra en la calle, considerando a las personas enfermas como una vía privilegiada para encontrar a Cristo, para acogerlo y servirlo. (cfr. Homilía, 8 de febrero, 2015).
 
            El apostolado se hace fecundo cuando hacemos la voluntad de Aquel que lo instituyó. El apostolado se convierte en un problema pastoral en la Iglesia, cuando quienes creyendo que son apóstoles hacen su propia voluntad, e incluso se oponen a quienes están viviendo su vida apostólica con el espíritu del Evangelio. 
 
Ser apóstol de Dios en el mundo, no es cambiar las reglas de juego, sino convertirse en testigo del amor de Dios en el mundo. Jesucristo cumplió fielmente su misión, evitó caer en la tentación de los halagos del mundo. Anunció su Palabra, curó a muchos de enfermedades y dolencias y se fue al monte solo a orar.
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