PERMANECER
CON EL MAESTRO, ES LA CLAVE
Evangelio
sábado 4 de enero 2025
Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Estaba Juan
Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Éste
es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a
Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo
seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?” Ellos le respondieron: “Rabbí -que
traducido significa Maestro- ¿dónde vives?”
“Vengan y lo verán”, les dijo.
Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él ese día. Era alrededor de las
cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron
a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su
propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido
significa Cristo.
Entonces lo llevó a donde estaba
Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás
Cefas”, que traducido significa Pedro.” Juan 1, 35-42
Permanecer.
Estar con. Quedarse junto a Jesús de Nazareth, es la clave para vivir a
plenitud y conocer el deseo de Dios para con cada uno de nosotros. Así fue
la primera experiencia de los discípulos que escucharon a su Maestro, se
quedaron con Él, estaban con Él, aprendieron mucho estando en comunión con Él.
Permanecer
en los asuntos de Dios ha sido el fundamento y base para todos aquellos que le
han servido muy bien a Dios. Por ejemplo, en el primer viaje misional de
Pablo y Bernabé, desde Perge hasta Antioquía, muchos judíos y prosélitos del
judaísmo recibieron la recomendación apostólica: “Permanezcan fieles a la
Gracia de Dios” (Hechos 13, 14). San
Pablo le recomienda a Timoteo que él debe permanecer fiel a las enseñanzas
que recibió y a las convicciones. (II Timoteo 3, 14).
Jesucristo
prepara la mente y el corazón de sus seguidores para que perseveren hasta el
último momento de sus vidas. Decía el Maestro: “Permanecer en vela, estando
atentos a las circunstancias de la vida, viviendo exactamente como le agrada a
Dios” “Estén despiertos y oren, para que no caigan en la tentación. El espíritu
es animoso pero la carne es débil” (Mateo 26, 41).
La
Bienaventuranzas le permiten a un buen cristiano lograr su santidad y su
perfección de vida. La clave está en permanecer. Bienaventurada será aquella persona
que permanezca fiel a la propuesta del Hijo.
“Las Bienaventuranzas son una ruta de vida: no nos exigen acciones
sobrehumanas, sino que imitemos a Jesús cada día.” (cfr. Papa Francisco,
homilía, 5 de febrero, 2019, Emiratos Árabes).
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https://youtu.be/IyTXJx8divc