Evangelio domingo 23 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Al que te pegue en una mejilla,
preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren
que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito
tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman.
Si hacen el bien a aquellos que se
lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y
si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También
los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a
sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio.” °°° Lucas 6,
27-38.
Siguiendo
las enseñanzas de san Agustín de Hipona: Creo para poder entender. El Hijo
de Dios desea iluminar el entendimiento de todos aquellos que creen en Él, para
que puedan vivir su proyecto de vida, de acuerdo con la fe, de acuerdo con el
pensamiento divino, de acuerdo con los deseos del plan de Dios. Dios quiere que las personas se traten de
una manera distinta. Para lograrlo es necesario tener como fundamento el
amor, la caridad, la misericordia, el sentido común.
No
es fácil tener comportamientos buenos con aquellos que actúan contrario al buen
proceder. Para una persona sería más cómodo tratar a los demás de acuerdo
sus conveniencias, a su parecer. Se puede evitar el mal, no devolviendo el
mismo mal. Se puede convivir con los demás: no siendo juez de ninguna persona,
no condenando a nadie.
Lograremos ser una sociedad que vive en paz y
armonía el día que apliquemos la sentencia bíblica. “Trate a los demás, como lo
que gustaría que lo trataran a usted”. (Lucas 6, 31).
Dios
quiere que la sociedad se deje guiar por la cláusula del amor: “Ámense los
unos a los otros” (Juan 13, 34). Que
procedan con caridad. “Si no tengo caridad con los demás, nada soy” (1
Corintios 13, 1-3). Actuar con
misericordia es mejor que enseñar una religión legalista, implacable.
Jesucristo
tiene misericordia con la mujer adúltera. (cfr. Juan 8, 1-11). Dios quiere que
nos dejemos guiar por el sentido común:
Es un juicio prudente, sensato, que goza de la lógica y una buena razón. “Los
necios se destruyen por su falta de sentido común” (Proverbios 10, 21).
SI
DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ