4 de febrero de 2025

SER PROFETA TIENE SUS IMPLICACIONES Evangelio miércoles 5 de febrero 2025


SER PROFETA TIENE SUS IMPLICACIONES      Evangelio miércoles 5 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Salió Jesús de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿Qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
 
            ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él.
            Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». °°° Marcos 6, 1-6.
 
            Jesucristo se prepara muy bien para cumplir con la misión. La sorpresa es que cuando toma la iniciativa de enseñar sus deseos y los de su Padre celestial, siente el rechazo de su propia comunidad. El problema de fondo puede ser una falta de fe. Poder cumplir con un encargo o no poder hacerlo en su propia región, ha sido un misterio, un enigma, un tema que necesita profundización. 
 
            Los hermeneutas bíblicos nos recuerdan cómo fue de difícil para los profetas cumplir con su misión. La causa fue su tierra y su ambiente cultural. Por ejemplo: “el profeta Amós era originario de Tecoa en Judá, y ejerció su profecía en el Santuario de Betel, santuario del Reino del Norte, y fue rechazado por las autoridades.
 
Eliseo era originario de Abel Mejolá, y nunca ejerció la profecía en medio de su familia, sino con grupos proféticos cerca de Guilgal. Jeremías e Isaías fueron profetas que ejercieron en Jerusalén, el primero era de los sacerdotes de Anatot en la tierra de Benjamín. De Isaías no se dice su origen, pero es probable que ejerciera muy cerca o en su mismo lugar de origen.” (cfr. Monseñor, Salvador Martínez).  
 
            El Papa Benedicto XVI piensa que para una persona es difícil que la acepten con sus dones y talentos en su misma comunidad naciente. Jesucristo tiene una respuesta a la contradicción de la gente: El Hijo de Dios se maravillaba de la falta de fe de la gente” (Marcos 6, 6). El hombre Jesús de Nazaret es la transparencia de Dios, en él Dios habita plenamente.
            Y mientras nosotros siempre buscamos otros signos, otros prodigios, no nos damos cuenta de que el verdadero Signo es él, Dios hecho carne; él es el milagro más grande del universo: todo el amor de Dios contenido en un corazón humano, en el rostro de un hombre. 

María no se escandalizó de su Hijo: su asombro por él está lleno de fe, lleno de amor y de alegría, al verlo tan humano y a la vez tan divino. (cfr. Ángelus, 8 de julio, 2012).
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