7 de febrero de 2025

TENER DELICADEZA CON LOS DEMÁS Evangelio sábado 8 de febrero 2025


TENER DELICADEZA CON LOS DEMÁS.                        
Evangelio sábado 8 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Vengan ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.»
 
            Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.
            Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.” Marcos 6, 30-34
 
            El Hijo de Dios nos enseña a utilizar muy bien nuestro sentido común. El Maestro escucha con atención la experiencia que sus discípulos han tenido en la misión. Escuchar es un buen ejercicio que hace sentir muy bien a los demás. La persona se siente muy bien contando sus experiencias, sabe que tiene alguien con quien compartir.
 
Mirar lo que está sucediendo vale la pena. Jesucristo se da cuenta del cansancio que produce la misión. Eso implica tiempo, sacrificio, dedicación, dejar a un lado otras actividades personales. Un medio muy bueno de recompensar es decirle a la persona “Vengan y descansen un poco”.
 
            No podemos llevar las cosas al extremo. Algunas personas corren tanto en el ejercicio de la misión, que no tiene tiempo para sí mismas ni para compartir tranquilamente con otra persona. El exceso de trabajo no da méritos a la misión. Otra actitud importantísima es la compasión. El apóstol san Pablo es muy sabio cuando recomienda a todos los que deseen ser misioneros de Jesucristo: “Sean bondadosos y compasivos, unos con otros.” (Efesios 4, 32)
 
El apóstol san Pedro recomienda: “Sean de un mismo sentir, compasivos, ámense unos a otros”. (1 Pedro 3, 8). No hagan lo contrario al querer de Dios: “No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto” (1 Pedro 3, 9).
 
            Santa Teresa de Calcuta, recordaba: “Los cristianos son para todos los hombres de la tierra como una luz. Si somos cristianos debemos parecernos a Cristo. Si queréis aprender el arte de la atención y delicadeza hacia los demás os pareceréis cada vez más a Cristo, porque su corazón era humilde y siempre estaba atento a las necesidades de los otros. Una gran santidad comienza por esta atención a los demás.”
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