9 de febrero 2025. IRRESPONSABLE Autor: Padre Mario García Isaza. Formador Seminario Mayor Arquidiócesis de Ibagué. magarisaz@hotmail.com
No le cabe otra calificación a una de las muchas
afirmaciones alocadas e inconexas con que se despachó el que nos desgobierna
durante la bochornosa función circense que fue el consejo de ministros del
martes 4 de febrero.
Ya estamos
acostumbrados a no darle a la verborrea presidencial mayor trascendencia, dado
que ordinariamente exhibe una insensatez y
una incoherencia tales que uno queda preguntándose, después de
escucharlo, qué llevaba el señor entre
pecho y espalda para que creyera que estaba esparciendo el virus de la vida por
los espacios siderales…
Y si no fuera porque,
desgraciadamente, es el presidente de la república, no les atribuiríamos a sus
dichos más importancia que la que le
damos a la parleta de cualquier loquito callejero. Pero… ¡es que quien habla lo hace como presidente
de Colombia! Es que quienes lo escuchan,
dentro y fuera del país, no saben o no piensan que está hablando sin ser
consciente de lo que dice, o por su incoherencia mental, o por
efecto de quién sabe qué clase de café en leche… Es que, infortunadamente, su
cháchara tiene la dimensión de una
alocución presidencial.
Pues bien, en la casi interminable e indescifrable
intervención en la tenida de su círculo de gobierno, soltó esta perla: “la
cocaína no es peor que el whisky”. Suena a broma. Pero en labios de quien la
soltó, y en un país como el nuestro, al que la cocaína ha sumido en los más
insondables abismos de degradación, de violencia, de perdición de muchísimos
jóvenes, y que es mirado por el mundo entero
como una nación despreciable y odiosa por ser el principal proveedor de
la droga maldita, esa frase es de una irresponsabilidad inmensa.
¿ Se dará cuenta el
señor Petro del alcance de su afirmación? No parece; él no tiene la lucidez
mental ni la claridad moral que nos
permiten medir las consecuencias de nuestras palabras o acciones. ¿ O será
que, en su subconsciente caliginoso, y como un mecanismo de defensa, trata de
justificar su propia conducta en materia de alucinógenos?
Sea como fuere, así se explica uno el doloroso hecho de que,
en el lapso de su desgobierno, los cultivos de esa malhadada cizaña sobrepasen
ya la cifra aterradora de las trecientas mil hectáreas; y que haya impedido que las fuerzas legítimas del orden empleen los
medios verdaderamente eficaces para destruir la empresa de perdición que es el
narcotráfico; y que siga permitiendo y alentando el proceso de entrega del
país a los empresarios de ese crimen nefando que instauró en mala hora el gran
traidor de la palomita blanca en la solapa… E, inclusive, que no tenga reparo
en rodearse de personajes inocultablemente adictos a tales yerbajos….
Decir, desde una sesión del consejo de ministros y
previa orden de que todo llegara al
público nacional e internacional a
través de los medios, que la cocaína no hace más daño que un trago de licor, es una autorización subliminal de su
cultivo y su comercialización; más aún, es casi un estímulo; detrás de esa
insensata afirmación, hay una oculta prohibición de combatirla.
Y nadie, estoy seguro, osaría negar que detrás de casi todos
los dolorosos problemas de descomposición social, de violencia, de destrucción
de nuestras selvas, de abandono de los campos, de envilecimiento de
innumerables seres humanos convertidos en esclavos de la droga, de la
instauración de una mentalidad que opta por la
riqueza fácil e ilícitamente
conseguida en vez del trabajo honrado, de sangrientas contiendas entre grupos
criminales que se disputan las zonas geográficas en las que se cultiva la
detestable hoja, y por las que discurren los cargamentos de la misma…detrás, digo, de todo eso, está la
execrable cocaína que Petro proclama más inocua que un sorbo de Johnnie Walker….
¡Alucinado e irresponsable!