19 de febrero de 2025

JESUCRISTO ES EL MESÍAS Evangelio jueves 20 de febrero 2025


JESUCRISTO ES EL MESÍAS
                                 
Evangelio jueves 20 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas».
      Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo». Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.
            Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente.
 
            Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». Marcos 8, 27-33
 
            Si Jesucristo es el Mesías o no lo es, fue motivo de controversia, motivo de afirmación a lo que se estaba pensando, motivo de certificar lo que ya existía en el corazón de algunas personas. El tema viene a bien. De acuerdo a la Escritura, al escuchar y al presenciar a Jesús de Nazareth, nacen varias posiciones: De acuerdo al Evangelio de Juan surge una polémica, no había plena certeza en el ambiente judío de quién sería el Mesías. Unos decían este que estamos viendo es buena persona, otros acentuaban, no señor, está engañando al pueblo. (Juan 7, 12).

            Existía un temor, nadie se atrevía a opinar en público, porque tenían miedo a los judíos. (cfr. Juan 7, 13). Jesucristo da pista de quién es Él. “Mi doctrina no viene de mí, sino del que me ha enviado” (Juan 7, 16). La invitación del Maestro es: “No juzguen por las apariencias” (Juan 7, 24). La pobre estructura de la fe en algunos judíos no les permitió descubrir al Mesías. Decían: “Este sabemos de dónde viene, mientras que cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene.” (Juan 7, 27).
 
            La gran enseñanza es aprender a pensar como Dios y no como los hombres. (Marcos 8, 33).  A quien piensa como Dios se le puede ocurrir la idea, que la inquietud del Maestro por su identidad, es una ocasión para adelantar el anuncio del primado de Pedro. La manera en que habló Pedro en un primer momento, eso no se lo reveló la carne. (cfr. Mateo 16, 17). El Hijo de Dios desea que descubran el mesianismo en Él, gracias a sus obras y a sus palabras.
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