13 de febrero de 2025

DIOS TODO LO HACE BIEN Viernes 14 de febrero 2025


DIOS, TODO LO HACE BIEN.                           
Evangelio viernes 14 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, travesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
 
            Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Ábrete».
 
            Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos». Marcos 7, 31-37
 
            “Todo lo hace bien” Cantidad de personas en tiempo del Maestro reconocieron la perfección de su misión. La perfección de sus actos. La perfección de sus palabras. La perfección de su ser en orden a la santidad. Las personas maravilladas dicen” todo lo hace bien.” (Marcos 7, 37).  Una buena pregunta podría ser: ¿Cómo logra el Hijo de Dios hacerlo todo bien? La respuesta es muy útil para los futuros misioneros y comunicadores de la Buena Nueva del Nazareno.
 
            El Hijo de Dios cumplió perfectamente su misión. Conservó todas las recomendaciones que su Padre celestial le indicó: Lo envió a Salvar a la humanidad. Dice el libro sagrado: “No hay salvación en ningún otro. En él debemos ser salvados” (Hechos 4, 12). “Dios no envió su Hijo a condenar sino a salvar el mundo” (Juan 3, 17). Jesucristo le dice a la comunidad que Él viene en nombre de su Padre: “El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino solo en nombre del Padre celestial” (Juan 5, 19).
 
            El Salvador del mundo permaneció siempre fiel. El apóstol advierte: “Si somos infieles Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2, 13). Jesucristo siempre hizo la voluntad de su Padre. “Yo he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado” (Juan 6, 38).  El gran secreto está en la virtud de la fidelidad. “Solo debes seguir al Señor, cumplir sus mandatos, obedecerl”.
 
            El Papa Francisco recomienda el consejo del apóstol san Pablo: “«No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Gálatas 6, 9-10a) (cfr. Mensaje cuaresmal, año 2022).
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