Evangelio viernes 14 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Jesús lo separó de la multitud y,
llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la
lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que
significa: «Ábrete».
Y en seguida se abrieron sus oídos,
se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó
insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos
más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho
bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos». Marcos 7, 31-37
“Todo
lo hace bien” Cantidad de personas en tiempo del Maestro reconocieron la
perfección de su misión. La perfección de sus actos. La perfección de sus
palabras. La perfección de su ser en orden a la santidad. Las personas
maravilladas dicen” todo lo hace bien.” (Marcos 7, 37). Una buena pregunta podría ser: ¿Cómo logra el
Hijo de Dios hacerlo todo bien? La respuesta es muy útil para los futuros
misioneros y comunicadores de la Buena Nueva del Nazareno.
El
Hijo de Dios cumplió perfectamente su misión. Conservó todas las
recomendaciones que su Padre celestial le indicó: Lo envió a Salvar a la
humanidad. Dice el libro sagrado: “No hay salvación en ningún otro. En él
debemos ser salvados” (Hechos 4, 12). “Dios no envió su Hijo a condenar sino a
salvar el mundo” (Juan 3, 17). Jesucristo le dice a la comunidad que Él viene
en nombre de su Padre: “El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino solo en
nombre del Padre celestial” (Juan 5, 19).
El
Salvador del mundo permaneció siempre fiel. El apóstol advierte: “Si somos
infieles Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2,
13). Jesucristo siempre hizo la voluntad
de su Padre. “Yo he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me ha enviado” (Juan 6, 38).
El gran secreto está en la virtud de la fidelidad. “Solo debes seguir al
Señor, cumplir sus mandatos, obedecerl”.
El
Papa Francisco recomienda el consejo del apóstol san Pablo: “«No nos cansemos
de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su
debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a
todos» (Gálatas 6, 9-10a) (cfr. Mensaje cuaresmal, año 2022).
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