Evangelio sábado 15 de febrero 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Si los
mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han
venido de lejos”. Los discípulos le
preguntaron: “¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles
de comer?” Él les dijo: “¿Cuántos panes tienen ustedes?” Ellos respondieron:
“Siete”.
Entonces Él ordenó a la multitud que
se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y
los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los
repartieron entre la multitud. Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños,
y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los
repartieran.
Comieron hasta saciarse y todavía se
recogieron siete canastas con lo que había sobrado. Eran unas cuatro mil
personas.” °°° Marcos 8, 1-10.
Para
Jesucristo es muy importante la compasión en el Anuncio de la Palabra. La
compasión en la manera de tratar a los demás. La compasión ante el perdón
por las faltas cometidas. Ser compasivos y misericordiosos es la consigna
bíblica. Por ejemplo, si una persona se arrodilla y suplica que el patrón
condone su deuda. “¿No debías tú tener compasión de tu compañero, como yo me
compadecí de ti?” (Mateo 18, 33)
Jesús
afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se
convierte en el criterio para saber, quiénes son realmente sus hijos. (cfr.
Papa Francisco. Bula Misericordiae Vultus N. 9). “El perdón de las ofensas deviene la
expresión más evidente del amor misericordioso y es un imperativo que no
podemos prescindir”.
Por ende: “No permitan que la noche los
sorprenda enojados” (Efesios 4, 26). La
misericordia es y debe ser el ideal de vida y el criterio de credibilidad.
“Dichosos los misericordiosos” (Mateo 5, 7).
Es necesario tener compasión y perdonar 70 veces siete. (Mateo 18, 22).
La
misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en
su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige
a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede
carecer de misericordia. La credibilidad
de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo.
La Iglesia
«vive un deseo inagotable de brindar misericordia». (cfr. Evangelii Gaudium,
24) Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la
vía de la misericordia. (cfr. Papa Francisco. Bula Misericordiae Vultus N. 10).
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