28 de julio de 2024

DESCANSA EN LA PAZ DE DIOS Padre Javier López Vanegas


28 de julio 2024
Querido Padre Javier, descansa en la paz de Dios
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  Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda el valor de la muerte desde el espíritu de la resurrección. Los católicos creemos que, si Cristo resucitó de entre los muertos, igualmente los justos vivirán para siempre en Cristo resucitado. Para resucitar con Cristo es necesario morir con Cristo, dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor. (2 Corintios 5, 8). SUS EXEQUIAS SERÁN: el lunes 29 de julio 2024 a las 10 am en la Catedral Metropolitana de Ibagué. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.  
 
            En comunión con los sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué, familiares, fieles que conocieron al Padre JAVIER LÓPEZ VANEGAS. Descansa en la paz de Dios. Nuestro padre Javier nació el 22 de junio de 1954 en el municipio del Líbano (Tol). Hijo de: José López y Rosa Irene Vanegas. Realizó sus estudios de preparación para el sacerdocio, en el Seminario Mayor María Inmaculada, en la ciudad de Ibagué.
 
            Ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1981 Por Imposición de manos y oración consecratoria de: Monseñor, José Joaquín Flórez Hernández.   Realizó estudios de actualización teológica en el “ITEPAL” en la ciudad de Bogotá.
 
            Cargos Desempeñados: Vicario Parroquial (Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Fresno Tol) Párroco: (Parroquia, Santa Elena en Santa Elena de Chilí - Tolima) Párroco:  (Parroquia, Nuestra Señora de Fátima en Ibagué  Tol)  Párroco: (Parroquia San Martín de Porres, en Ibagué) Párroco:  (Parroquia, Santos Ángeles Custodios en Ibagué  Tol)
 
            Damos gracias a Dios por la labor pastoral que cumplió nuestro padre Javier. Se distinguió por su amabilidad, sencillez, humildad, respeto, prudencia y gran trato a las demás personas.
 
            El Papa Francisco propone que la muerte es el gran abrazo con Dios, para ser vivido con la esperanza. Morir bien, en paz y con esperanza. (cfr. Homilía, 29 de noviembre, 2019).  Debemos aprender a vivir de acuerdo al Espíritu de Dios. Esto comprende la vida, la gloria, la esperanza, la muerte.  Todo es un compendio. La muerte es una gracia de Dios, es una promesa divina, está en el plan de Dios, es la plenitud de la vida de alguien que cree en Dios y tomó muy en serio las palabras del Nazareno: “Que no tiemble vuestro corazón; crean en Dios y crean en mí”. La resurrección y la eternidad tienen la última palabra.