Evangelio sábado 27 de julio 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús
propuso a la gente esta parábola:
El Reino de
los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero
mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se
fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la
cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: “Señor,
¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en
él?”.
Él les respondió: “Esto lo ha hecho
algún enemigo”. Los peones replicaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”
“No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de
arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y
entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en
manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero”. Mateo 13, 24-30
Con
la virtud de la paciencia, se toman grandes decisiones en la vida, se arreglan
muchos conflictos, se llega a buenos acuerdos. La paciencia permite pensar con mucha
seguridad, el camino a seguir en la vida. La paciencia es bienvenida para el
éxito de la vida profesional. El apóstol san Pablo recomienda la paciencia como un sistema de vida
comunitario.
Dice el santo: "Tengan
paciencia unos con otros. Y perdónense, si alguno tiene una queja contra otro.
Así como Cristo les perdonó, así hagan también ustedes. Sobre todo, tengan
mucho amor, que es lo que une y completa todas las cosas”. (Colosenses 3, 13-15)
El
amor se combina muy bien con la paciencia: Dice el apóstol: "El que
tiene amor tiene paciencia. Es bondadoso
y no envidioso. No es presumido, ni orgulloso.
No es grosero. No es egoísta. No
se enoja, ni es rencoroso. No se alegra
de la desgracia de otro, sino de la verdad.
Todo lo soporta con confianza, esperanza y paciencia. El amor nunca
muere. “(1 Corintios. 13, 4-8). El Hijo de Dios recomienda la paciencia,
para derrotar el mal: Dice el Salvador: “Arranquen primero la cizaña y
luego el trigo”.
Santo Tomás de Aquino, excelente
teólogo y filósofo, recomienda combinar
la paciencia con la fortaleza. Dice el Santo: «La paciencia es una virtud
que se relaciona con la virtud de la fortaleza e impide al hombre distanciarse
de la recta razón iluminada por la fe y sucumbir a las dificultades y
tristezas».
El Papa Francisco llega a una
conclusión: no hay mejor testimonio del
amor de Cristo que encontrarse con un cristiano paciente. «la paciencia es mejor que la fuerza de un
héroe" (Proverbios 16, 32). Sin embargo, debemos ser honestos: a menudo
carecemos de paciencia. (cfr. Audiencia, 27 de marzo, 2024).
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