28 de julio de 2024

EL TRABAJO DEBE SER UN MEDIO, NO UN FIN. Evangelio lunes 29 de julio 2024


EL TRABAJO DEBE SER UN MEDIO, NO UN FIN.                                   Evangelio lunes 29 de julio 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
 
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio?  Dile que me eche una mano». Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.» Lucas 10, 38-42.
 
            El trabajo tiene su mérito, tiene sus beneficios, tiene su razón de ser. El trabajo es una consigna de orden divino: “Trabajen no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna”. (Juan 6, 27). Cuando el trabajo no tiene medida, se puede caer en el peligro del activismo. Cuando se trata de tener una buena salud espiritual y humana, es importante entender la recomendación: “El trabajo es saludable, siempre y cuando sea un medio y no un fin”
 
            El buen trabajo debe ir regulado por las virtudes, por el tiempo, por el descanso, por el interés común.  El Salvador del mundo recomienda el descanso para sus seguidores. Jesús dijo: Vayan a un lugar tranquilo para descansar. Era tanto el trabajo que no tenían tiempo para comer. ((Marcos 6, 30-31).
 
            Jesucristo es un excelente modelo de trabajo, dedicación, oración, sacrificio, hasta el último momento ante su propia pasión.  Es un buen modelo de trabajo: “Mi Padre sigue trabajando, yo también trabajo” Juan 5, 17. “Debemos realizar la obra que el Padre nos encomendó, llegará un momento en que no la podremos realizar.” Hay que trabajar en el momento indicado. (Juan 9, 4). Jesucristo es perfecto modelo para dedicar tiempo a los demás. Atendió todas las necesidades. Su consejo elocuente es: “El Hijo de Dios no tiene dónde reclinar la cabeza”. (Mateo 8, 20). 
 
            El Papa Benedicto XVI recuerda que el trabajo pertenece a la condición original de cada persona. (cfr. Génesis 2, 5-6). Las personas se edifican con su trabajo. No hay que caer en el peligro de idolatrar el trabajo. San Juan Pablo II, Papa, recordaba: “El trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo.
 
El trabajo tiene su posición ética: “El primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, su sujeto. A esto va unida inmediatamente una consecuencia muy importante de naturaleza ética: es cierto que el hombre está destinado y llamado al trabajo; pero, ante todo, el trabajo está «en función del hombre» y no el hombre «en función del trabajo». (cfr. Juan Pablo II, Encíclica, Laborem Exercens, Numeral 6, f)

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