13 de julio de 2024

EL DISCÍPULO DEBE SER CONSCIENTE DE SU SER Evangelio domingo 14 de julio 2024


EL DISCÍPULO DEBE SER CONSCIENTE DE SU SER                     Evangelio domingo 14 de julio 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
 
            Les dijo: “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”. Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndoles con óleo.” Marcos 6, 7-13.
 
            Un discípulo de Cristo es una persona que debe tener conciencia de su propio ser.  Es un enviado de Dios. Habla en nombre de Dios. Se comporta de acuerdo a la ley de Dios. Cumple los deberes que el mismo Dios le ha propuesto. Comunica fielmente el mensaje de Dios. Utiliza muy bien los poderes que Dios le ha dado. Vive en hermandad con los demás. Históricamente existen muchos que lo lograron y son modelos también para nosotros. Por ejemplo: Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cfr. Génesis 12, 1-3)
 
            Moisés escuchó el llamado de Dios: ve, yo te envío (Éxodo 3,10). Jeremías escuchó la voz de Dios que le decía: “Irás adonde quiera que te envíe”. (Jeremías 1,7). Nuestra querida Madre del cielo, se sometió a lo que la Palabra divina le indicara. (cfr. Lucas 1, 38). San Juan Bautista fue un excelente precursor del Maestro. (cfr. Marcos 1, 7-8).
 
            El Papa Francisco propone tres actitudes para un buen discípulo: Es necesario buscar a Dios, tener un corazón abierto al llamado de Dios, alguien que se deje interpelar por la Palabra de Dios.  El buen discípulo quiere vivir en comunión con Dios. El Maestro dice: “Ven y lo veréis” (Juan 1, 39). Encuentra a Dios y se queda a vivir con Dios. El discípulo anuncia la experiencia que ha tenido con Dios. (cfr. Ángelus, 14 de enero, 2024). 
 
            El buen discípulo debe gozar de una excelente dieta: Un Pan y una copa de vino cambian sustancialmente el futuro de un buen líder del Maestro de Nazareth. El Pan de la Palabra, el Pan de los signos, el Pan de la Eucaristía. El Pan de la Palabra de Dios se sirve en la Eucaristía, se proclama, se medita, se instala en el corazón del creyente, es la sabiduría de ese Dios que ofrece su Reino como principio de salvación.
 
Con la bendición de Dios y la fe se puede transformar el mundo e incluso con ese mismo signo han recibido gracia tras gracia, cantidad de generaciones.  El discípulo depende de la Eucaristía.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ