21 de julio de 2024

LA DISCÍPULA DE LA IGLESIA NACIENTE Evangelio lunes 22 de julio 2024


LA DISCÍPULA DE LA IGLESIA NACIENTE                                   
Evangelio lunes 22 de julio 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?»
 
            Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.
 
            Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.” Juan 20, 1. 11-18
 
            Concentramos nuestro pensamiento en María Magdalena.  La Sagrada Escritura nos permite conocer a aquella mujer que acompañó y siguió a Jesús de Nazareth. Precisamente en medio del apostolado del Maestro, iba anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios. Lo seguían algunas como María Magdalena de la que había salido siete demonios. (Lucas 8, 1-3). 

También según el Evangelio, es la segunda persona nombrada a los pies de la Cruz. Anota el Escritor sagrado: “Había unas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas María Magdalena. María Madre de Santiago el menor. (Marcos 15, 40). Magdalena fue la primera mujer testigo de la resurrección del Hijo de Dios. (cfr. Juan 20, 11-18).
 
            El Papa Benedicto XVI nos propone pensar: “La historia de María Magdalena nos recuerda una verdad fundamental: discípulo de Cristo es quien, en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él y lo ha seguido de cerca, convirtiéndose en testigo del poder de su amor misericordioso, más fuerte que el pecado y la muerte. (cfr. Ángelus, 23 de julio, 2006).
 
            El Papa Francisco presenta a María Magdalena como la excelente apóstol de la más grande esperanza. Afirma el Papa: María Magdalena es el emblema de las mujeres de fe. Una fe que vive como “olas que cubren todo”, que cambian su dirección, que impiden quedarse en un rincón, que empujan a proclamar que el Señor está vivo: Y así esa mujer, que antes de encontrar a Jesús estaba a merced del maligno (cfr. Lucas 8, 2), (cfr. Homilía, 22 de julio, 2020)
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ