31 de octubre de 2025

UN BUEN PROYECTO DE VIDA Evangelio sábado 1 de noviembre 2025


UN BUEN PROYECTO DE VIDA
“Sean santos como Dios es santo”
Evangelio sábado 1 de noviembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán "los hijos de Dios". Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
 
Dichosos ustedes cuando los insulten, y los persigan, y los calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes". Mateo 5, 1- 12ª
 
            Las Bienaventuranzas son el camino perfecto para encontrar el éxito, la felicidad, el sentido propio de la vida y por ende la eternidad. Jesús de Nazareth propone un programa de vida infalible para todo aquel que desee encontrar la verdadera y auténtica felicidad.
 
 Jesús nos presenta un nuevo estilo de vida, inspirado en el amor, la paz, la justicia, el servicio, el perdón.  Es lo que llamamos el REINADO DE DIOS, expresado por Jesucristo en las BIENAVENTURANZAS.  El Papa nos enseñó: Consiste en establecer un “mundo nuevo, un nuevo estado de cosas, una nueva manera de ser, de vivir, de vivir juntos, que inaugura el Evangelio”. (San Pablo VI. Evangelii Nuntiandi.23) 
 
            Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que las Bienaventuranzas están en el centro de la Predicación del Hijo de Dios. Jesús recoge las promesas hechas al pueblo elegido desde Abraham; pero las perfecciona ordenándolas no sólo a la posesión de una tierra, sino al Reino de los cielos. Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección. (cfr. Catecismo, numerales 1716 - 1717).  
 
            Definamos en qué consiste una vida orientada desde las Bienaventuranzas: Los pobres en el espíritu, son los sencillos, abiertos a los demás, necesitados de Dios, que no se apegan a las cosas materiales. Los mansos, son personas serenas, tranquilas, tolerantes, pacíficas, respetuosas del pensamiento de los demás. Rechazan el fanatismo, la violencia y toda forma de sectarismo. 

Los que lloran, son los que tienen valor ante el sufrimiento, el dolor, el fracaso. Saben llevar la Cruz de la vida con generosidad, con entereza.  No se acobardan ante las dificultades.  Los que desean la justicia, Son los que buscan una sociedad más justa, igualitaria, fraterna, donde todos puedan participar del banquete de la vida.
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https://youtu.be/dOYW_lGB4OE