HUMILDAD, SENCILLEZ Y PACIENCIA
EN LA VIDA CRISTIANA
Evangelio martes 21 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
La soberbia no es buena compañía
para cumplir con la misión que Dios encomienda a todos aquellos que desean
seguirlo. Jesucristo propone la humildad y la sencillez del espíritu para
contrarrestar la arrogancia de muchos seres humanos.
El Papa Francisco propone pensar
en la humildad como la puerta de entrada para todas las virtudes. “Mientras
que el orgullo y la soberbia hinchan el corazón humano, haciéndonos aparentar
más de lo que somos, la humildad devuelve todo a su justa dimensión".
La humildad está presente en todo el
Evangelio, incluso en sus primeras páginas, el ángel Gabriel anuncia el próximo
nacimiento de Jesús no en Jerusalén, sino en la pequeña ciudad de Nazaret en
Galilea, "sin embargo, desde allí renace el mundo".
El apóstol san Pablo recomienda que aprendamos a convivir con los demás
con toda humildad, con mansedumbre, con paciencia, tolerantes los unos con
los otros (Efesios 4, 2). Jesucristo dice: Aprendan de mí. Mi yugo es llevadero
y mi carga ligera. (Mateo 11, 30). Al fracaso lo precede la soberbia, a los
honores los precede la humildad. (Proverbios 18, 12). San Francisco de Sales
decía: “Ten paciencia con todas las cosas, sobre todo contigo mismo”.
https://youtu.be/2NQTxw_oOSE
