LA SOBERBIA ES UN DESEO DESMEDIDO
Evangelio sábado 4 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Al volver los
setenta y dos de su misión, dijeron a Jesús llenos de gozo: “Señor, hasta los
demonios se nos someten en tu Nombre”. Él les dijo: “Yo veía a Satanás caer del
cielo como un rayo.
Les he dado poder para caminar sobre serpientes y
escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos.
No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más
bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo,
y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo
mantenido ocultas estas cosas a los sabios y prudentes, las has revelado a los
pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido”. Lucas 10, 17-24.
El punto central o el fundamento
esencial de la misión que Jesucristo encomienda a todos aquellos que crean en
Él no está en los poderes divinos que tiene un ser humano, sino en que el
nombre de Dios y su mensaje sea conocido por todos los rincones del planeta.
Cuando un creyente coloca demasiado el acento en los poderes, talentos o
carismas que Dios le regaló, pierde el horizonte de la verdadera misión.
Quien es
soberbio, odia ser igual a las demás personas y trata de imponer su dominio.
Con esa forma de ser y de actuar, lastima portentosamente a los demás, a
la sociedad, a la Iglesia, a la misma familia. Viene muy válido el consejo
bíblico: “No permitas que la soberbia domine nunca sobre tus sentimientos ni
sobre tus palabras.” (Tobías 4, 15).
El Papa Francisco enseña que: La
actitud más peligrosa de toda vida cristiana es la soberbia. Es la actitud
de quien se coloca ante Dios pensando que siempre tiene las cuentas en orden
con Él: el soberbio cree que hace todo bien.
Hay pecados que se ven y pecados que no se ven. Hay pecados flagrantes
que hacen ruido, pero también hay pecados tortuosos, que se anidan en el
corazón sin que nos demos cuenta. El peor es la soberbia. (cfr. Audiencia, 10
de abril 2019). El mejor antídoto para la soberbia es la humildad.
https://youtu.be/Hdnw8nqtueA
