24 de octubre de 2025

EL SUFRIMIENTO NO ES CASTIGO Evangelio sábado 25 de octubre 2025


EL SUFRIMIENTO NO ES UN CASTIGO DE DIOS

Evangelio sábado 25 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“En cierta ocasión se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. Él respondió: “¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?
 
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”.
 
Les dijo también esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: «Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Entonces córtala, ¿para qué malgastar la tierra?» Pero él respondió: «Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás”. Lucas 13, 1-9
 
            Es importante aprender a leer los acontecimientos de nuestra vida desde los sentimientos de Dios. El querer del Creador del mundo siempre ha sido abrir caminos de salvación para la humanidad. Siempre ha estado el punto de la misericordia esperando que cada persona tomé la decisión que cambie notablemente su vida. La pregunta sería: ¿Por qué cantidad de personas siguen conectando el dolor, el sufrimiento, la tragedia, con el pecado? ¿Por qué le dicen a una persona, a usted le está sucediendo eso como un castigo de Dios?
 
            Jesucristo enseña todo lo contrario. No existe un Dios castigador. No existe un Dios que condene a las personas. No existe un Dios que amenace a las personas. Existe un Dios que propuso como principio para superar el mal y los malos momentos en la vida, la conversión. Ese es exactamente el mensaje central: “Dios quiere que la persona que se equivoca se convierta y que viva”. 
 
            El Hijo de Dios comenzó su plan de salvación con la humanidad proponiendo: Conviértanse porque el Reino de los cielos está cerca” (Mateo. 4,17).  “Llegó el tiempo oportuno y esperado. El Reino de Dios ya está aquí. Conviértanse y crean en la Buena Nueva” (Marcos. 1,15) ¿En qué consiste la conversión?
 
Siempre ha estado la misericordia y la acción de Dios en la vida del hombre. Reconciliarse con Dios y con la comunidad.  Los profetas en la historia nos enseñaron: Convertirse es: Cambio de conducta y de Corazón. (Isaías. 1,10-19) Conversión radical, fruto del Espíritu de Dios. (Lucas 3, 16-17) Convertirse a la Cercanía de Dios Comenzar a vivir de la fe Creer en la Buena Nueva Convertirse al pensamiento y Al sentir de Dios.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ     
https://youtu.be/QueBuPfTHys