LA VERDADERA LEY DE DIOS ES EL AMOR
Evangelio jueves 16 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a los fariseos y a los doctores de la Ley: “¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: «Yo les enviaré profetas y
apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos». Así se pedirá cuenta a
esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde
la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que
fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta
generación se le pedirá cuenta de todo esto.
Cuando se pierde lo fundamental
se cae en la trampa de lo circunstancial. Jesucristo nos propone una
religión según los sentimientos nobles de Dios. Hacen mucho mal a la sociedad,
las personas que enseñan una religión sin amor, sin fe, sin esperanza, sin una
doctrina razonable.
Una religión sin amor no tiene
rumbo, los dones espirituales más grandes son inútiles porque les hace
falta la mayor virtud de la fe que es el amor. (cfr. 1 Corintios 13). Una
religión sin Fe no tiene fundamento. Sin la Fe es imposible agradar a Dios.
(Hebreos 11, 6). Nadie se puede justificar sin la fe. (Mateo 10, 22).
Una religión sin esperanza no da motivos para
trabajar por la eternidad. La Esperanza debe estar fundamentada en la fe, en la salvación en Cristo.
(Gálatas 5, 5). Una religión sin una verdadera ley, sin el espíritu de la ley,
no ofrece garantías para una equilibrada vida cristiana.
El Papa Francisco nos propuso
pensar en que: todos los que tienen fe en Jesucristo están llamados a vivir en
el Espíritu Santo, que libera de la Ley y al mismo tiempo la lleva a
cumplimiento según el mandamiento del amor. Esto es muy importante, la Ley nos
lleva a Jesús. La ley es un buen conducto para encontrar a Dios pero no supera
la relación directa de la persona con el Maestro. (cfr. Audiencia, 11 de agosto
2021).
Hay que vivir la ley como un instrumento de libertad. Jesús, nos anima a pasar de una observancia formal de la Ley a una observancia sustancial, aceptando la Ley en nuestro corazón. (cfr. Ángelus, 16 de febrero, 2020).
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https://youtu.be/J-CbqYIF9hw