14 de octubre de 2025

JUSTICIA Y AMOR Evangelio miércoles 15 de octubre 2025


JUSTICIA Y AMOR PARA VIVIR CORRECTAMENTE LA FE

Evangelio miércoles 15 de octubre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a los fariseos: “¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!”
 
Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: “Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros”.
Él le respondió: “¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!”. Lucas 11, 42-46
 
            Una religión superficial no produce frutos en la vida de una sociedad, no edifica la Iglesia, no es la voluntad de Dios. La verdadera religión que desea el Hijo de Dios es aquella que tiene como fundamento la práctica de la justicia y el mandato del amor.
            Aristóteles propone pensar en la justicia como la virtud fundamental que recoge las demás virtudes en la vida humana. Ser justo significa darle a cada cual lo que se merece. Existe la justicia general que va en conformidad con la ley y el bien común. La justicia particular que es distributiva y conmutativa.
 
            Dios evalúa los comportamientos humanos de acuerdo a la justicia. El creador enseña que practicar la justicia y el derecho lo prefiere el Señor a los sacrificios. (Proverbios 21, 3). Dios no está de acuerdo con quienes manipulan a los demás bajo un pretexto religioso, como el pagar ciertos impuestos. (Lucas 11, 42). Vivirá muy bien su religión, aquella persona que no sigue el consejo de los malvados, no se detiene en la senda de los pecadores, no cultiva la amistad de los blasfemos. (Salmo 1).
 
            La justicia y el amor deberían ser los presupuestos de una excelente religión. Dios propone que vivamos nuestra religión también desde el amor. Los preceptos que enseña el buen Dios tienen como denominador común el amor. es la única fuerza capacitada para entender lo que es de Dios, lo que es del hombre mismo, lo que es de los demás. Sin el amor es imposible entender la regla de oro para una vida sana y feliz.  Dios propone el amor, y a su vez, pospone el odio, la venganza, manipular a los demás. 
 
            Yahveh le pidió a Moisés que enseñara al pueblo los mandatos para ser santos porque Dios es Santo. No ídolos, no robar, no jurar en falso, no oprimir, no gritar maldiciones, no calumniar, no odiar, no venganza. (cfr. Levítico 19 1-18). El profeta denuncia el problema de la hipocresía en la religión: “Me honran con los labios pero su corazón está lejos de mí” (Isaías 29, 13).
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https://youtu.be/2fw1QNgD3is